jueves, 1 mayo 2025

Cuerpo dice que el Gobierno analizará el reparto del déficit del 2,5% entre Estado, CCAA y ayuntamientos

El Ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha informado que el Gobierno español está analizando cómo repartir el déficit público comprometido con Europa para el año 2025, que se ha fijado en un 2,5% del Producto Interior Bruto (PIB). Este objetivo de déficit debe ser distribuido entre las diferentes administraciones públicas: el Estado, las Comunidades Autónomas, los Ayuntamientos y la Seguridad Social.

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El ministro Cuerpo ha recalcado que este proceso de distribución del déficit público entre los distintos agentes territoriales se está discutiendo actualmente dentro del marco normativo presupuestario español. Esto implica que el Gobierno está evaluando cómo asignar ese 2,5% de déficit entre los diferentes niveles de la Administración Pública, con el fin de cumplir con los compromisos adquiridos a nivel europeo.

Flexibilidad en el Reparto del Déficit

Ante la pregunta sobre si el Gobierno está abierto a modificar la senda de estabilidad respecto a este reparto del 2,5% de déficit, el ministro Cuerpo ha señalado que la propuesta anterior del Ejecutivo en este sentido ya iba «en la línea» de lo que se está analizando ahora.

Esto sugiere que el Gobierno podría estar considerando cierta flexibilidad a la hora de distribuir el objetivo de déficit entre las distintas administraciones públicas, teniendo en cuenta las particularidades y necesidades de cada una de ellas. Aunque el ministro no ha entrado en detalles específicos, ha recalcado que lo fundamental es cumplir con el objetivo de déficit del 2,5% en 2025, en línea con las exigencias de las nuevas reglas fiscales europeas.

Importancia del Cumplimiento de los Objetivos Fiscales

El ministro Cuerpo ha enfatizado que el Gobierno está trabajando dentro del marco normativo presupuestario español para distribuir adecuadamente el objetivo de déficit del 2,5% para 2025 entre las diferentes administraciones públicas. Esta tarea cobra especial relevancia en el contexto de la entrada en vigor de las nuevas reglas fiscales europeas, las cuales imponen una mayor responsabilidad a los Estados miembros en el cumplimiento de sus compromisos presupuestarios.

En este sentido, el Gobierno español parece estar buscando un equilibrio entre la flexibilidad necesaria para atender las particularidades de cada administración y el cumplimiento del objetivo de déficit acordado a nivel europeo. Esta estrategia busca garantizar la sostenibilidad fiscal a largo plazo y, al mismo tiempo, permitir a las diferentes administraciones públicas adaptarse a las circunstancias económicas y sociales de cada territorio.


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