La economía española se encuentra en una sólida senda de recuperación, sorprendiendo a los expertos con un crecimiento más fuerte, equilibrado y responsable de lo previsto. Según las nuevas estimaciones del Gobierno, el Producto Interior Bruto (PIB) de España crecerá a un ritmo superior al de nuestros principales socios europeos en los próximos años, lo que abre una brecha cada vez más amplia entre nosotros y ellos.
Perspectivas Macroeconómicas Optimistas
El Consejo de Ministros ha aprobado la actualización de las previsiones de crecimiento del PIB, que sitúan el avance de la economía española en el 2,7% para 2024, 2,4% para 2025 y 2,2% para 2026. Estas cifras superan las estimaciones comunicadas anteriormente, reflejando la «sólida» evolución de la economía nacional.
Según el titular de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, la revisión al alza de los datos de crecimiento del PIB en el período 2021-2023 ha supuesto un incremento adicional del 1,1 puntos porcentuales entre 2019 y 2023, así como un aumento de más de 36.400 millones de euros del PIB nominal. Esto se traduce en una mejora de la ratio de deuda pública sobre PIB, que habría alcanzado ya en 2023 el objetivo previsto para 2024 del 105%.
Fortaleza del Mercado Laboral y la Inversión
El Gobierno espera que el consumo privado sea uno de los principales motores del crecimiento, con avances del entorno del 2% a lo largo de todo el período, gracias al «buen comportamiento» del mercado laboral. De hecho, se estima que se crearán alrededor de 500.000 empleos al año, se superarán los 22 millones de ocupados en 2025 y la tasa de paro seguirá bajando hasta situarse en el 9,7% en 2026.
Asimismo, el Gobierno ha revisado al alza el crecimiento de la inversión, como reflejo del impulso y aportación positiva del Plan de Recuperación. Así, estima que la inversión aumentará un 3,3% en 2024, un 5,8% en 2025 y un 4,9% en 2026.
Retos del Sector Exterior
Si bien se prevé que el sector exterior mantenga su dinamismo, con unas exportaciones que avanzarán un 4,2% en 2024, el Gobierno calcula que la demanda externa tendrá una contribución negativa de tres décimas al crecimiento del PIB en 2025 y de dos décimas en 2026. Esto se debe a que las importaciones acelerarán su crecimiento hasta el 3,6% en 2025 y el 3,1% en 2026.
En definitiva, la economía española se encuentra en una posición fortalecida, con un crecimiento sólido, una mejora en el mercado laboral y una inversión en alza. Sin embargo, el sector exterior se perfila como un reto a tener en cuenta en los próximos años.