El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible está preparando una nueva ronda de subvenciones para empresas, con el objetivo de financiar proyectos que contribuyan a descarbonizar el transporte de mercancías y promover una movilidad más sostenible y digital. Esta iniciativa forma parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) y se enmarca dentro del Programa de Apoyo para un Transporte Sostenible y Digital (Patsyd), financiado con fondos europeos Next Generation EU.
La segunda convocatoria de ayudas, que se prevé publicar en las próximas semanas, contará con un presupuesto estimado de 39 millones de euros. Los proyectos presentados deberán contribuir a impulsar una movilidad sostenible y descarbonizada, así como promover la intermodalidad y el uso del ferrocarril. Además, deberán estar finalizados antes del 31 de marzo de 2026.
Las subvenciones se centrarán en proyectos relacionados con la innovación y el desarrollo del eje de ancho variable en locomotoras, la construcción, adaptación o mejora de cargaderos y terminales intermodales ferrocarril-carretera, y sus conexiones terrestres, entre otras cuestiones. En la primera convocatoria, las ayudas se enfocaron en la adquisición de vagones y locomotoras, la construcción o renovación de terminales intermodales, el fomento de energías alternativas en puertos y la producción de pavimento sostenible.
Objetivo: Reequilibrar el transporte hacia modos menos contaminantes
El Programa de Apoyo para un Transporte Sostenible y Digital (Patsyd) forma parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) y tiene como objetivo mejorar la operativa y eficiencia del transporte de mercancías, así como reequilibrar el reparto hacia modos menos contaminantes. Además, busca impulsar los avances digitales y tecnológicos disponibles en el sector.
En la primera convocatoria del Programa Patsyd, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible otorgó 445,37 millones de euros a 103 proyectos. Cabe destacar que el transporte es responsable del 27% de las emisiones de gases de efecto invernadero generadas en España cada año, mientras que el ferrocarril emite casi doce veces menos de emisiones directas que el transporte por carretera no urbana.