La industria cerámica española se enfrenta a una caída en las exportaciones durante el presente ejercicio, mientras que se espera un ligero crecimiento en el mercado nacional, según las declaraciones del presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer), Vicente Nomdedeu.
En una conferencia de prensa, Nomdedeu explicó que la disminución de la demanda en el sector se debe a «temas estructurales de los países europeos, que siguen en una profunda crisis, y porque hay productores de fuera de la UE que no están trabajando con las mismas armas que nosotros». Esto ha provocado una «caída libre» en el sector desde 2022 y 2023, que si bien se ha frenado este año, aún no se ha traducido en un crecimiento.
Desafíos de la Industria Cerámica Española
La industria cerámica española se enfrenta a una serie de desafíos que afectan su competitividad. Según Nomdedeu, «el reglamento en el terreno de juego no es igual para todos y unos pueden dedicar tiempo a hacer cosas mientras nosotros estamos invirtiendo nuestro tiempo en hacer otras que nos restan competitividad». Esto se traduce en una disminución en las ventas de exportación y la producción, lo que se espera que se refleje en un retroceso de estos indicadores para finales de año, aunque no a los niveles de 2022 y 2023.
La patronal del sector cerámico ha destacado que el «rebote» se producirá en 2025, según las estimaciones de Ascer. Esto significa que la industria espera un repunte en las ventas y la producción a partir de ese año, lo que podría representar una oportunidad de crecimiento y recuperación.
Expectativas para la Feria Cersaie
En cuanto a las expectativas del sector ante la celebración de la feria Cersaie de Bolonia (Italia), Nomdedeu indicó que las empresas cerámicas van a todas las ferias «con la máxima ilusión» y esperando que los productos que van a presentar sean «un reactivo para que las cosas funcionen mejor». Además, destacó que esta feria está programada a finales de año, pensando en las compras que se realizarán para el año 2025.
En resumen, la industria cerámica española enfrenta desafíos importantes, como la caída de las exportaciones y la desigualdad en las regulaciones del mercado, lo que ha provocado una disminución en la producción y las ventas. Sin embargo, la patronal del sector confía en que el rebote se producirá en 2025, lo que podría representar una oportunidad de crecimiento y recuperación para la industria cerámica española.