Luis Figo, estrella de fútbol y próspero hombre de negocios. El ex jugador se ‘destapó’ como estrella emergente en un partido que disputó en el estadio del Real Madrid hace 30 años. Entonces defendía los colores del Sporting de Lisboa, luego, con numerosos líos de contratos por el medio, pasó al Barcelona, entre otras cosas porque el Real Madrid de Ramón Mendoza, patrocinado por Teka, no tenía dinero para pagar el traspaso. En 2000, de la mano de Florentino Pérez, pasó al Madrid. Tras jugar en el Inter de Milán, se retiró y se dedicó a los negocios.
figo contra el Real madrid
“Figo jugó un partidazo en el estadio Santiago Bernabéu como jugador por la derecha en el ataque del Sporting de Lisboa y el Madrid se fijó en él, pero no tenía dinero para ficharle y acabó en el Barcelona”, recuerda el veterano corresponsal portugués en España del diario ‘A Bola’, Manuel Pereira.
Este es el final de la historia, que, como todas, tiene un comienzo. Hay que ir 30 años atrás. El 13 de septiembre de 1994, en una de las primeras rondas de la Copa de la Uefa, el Real recibió en su cancha a uno de los clubes más importantes de Portugal: el Sporting de Lisboa.
En el cuadro portugués, jugaba un tal Luis Filipe Madeira, ‘Figo’. Lo hacía por la derecha y creó mucho peligro, hizo diabluras y el Madrid y el ‘Calcio’, el fútbol italiano pusieron sus ojos en el astro luso.
Figo jugó un partidazo en el estadio Santiago Bernabéu como jugador por la derecha en el ataque del Sporting de Lisboa y el Madrid se fijó en él, pero no tenía dinero para ficharle y acabó en el Barcelona
Ese partido lo ganó el Real Madrid por 1-0. Marcó Martín Vázquez en la primera parte.
En la vuelta los blancos perdieron 2-1 y la anécdota fue que Michael Laudrup marcó de cabeza, un jugador que la ‘testa’ la utilizaba para pensar pases de fantasía y no para rematar.
Volviendo a Figo, en esa época el Madrid, que estaba ‘tieso’ y no tenía dinero para pagar unos 300 millones de euros de la época (unos 1,8 millones de euros), destapó la liebre y ahora eran otros los que iban a por el luso.
los italianos
Fueron los italianos, pero Figo, con el factótum de los agentes de jugadores portugueses José Veiga, como representante, la lio. “Hay que remontarse hasta otoño de 1994, concretamente a mediados de octubre. El Sporting de Portugal y la Vecchia Signora habían alcanzado un acuerdo por el fichaje del jugador lisboeta a partir del 1 de julio de 1995 a cambio de algo más de 3,5 millones de euros, pero tan solo dos meses después Figo y su representante firmaron otro contrato con el equipo de la ciudad de Emilia-Romaña, con mejores condiciones económicas. El lío estaba montado”, rememora soycalcio.com.
“El futbolista portugués Luis Figo fichó ayer en Lisboa por tres temporadas con el Parma sin tener en cuenta un contrato firmado hace dos semanas de su actual club, el Sporting Lisboa, y el Juventus”, publicó ‘El País’ en el 2 de febrero de 1995
La FIGC (siglas en italiano de la Federación Italiana de Fútbol) sancionó en febrero de 1995 a Luis Figo con dos años sin poder jugar en ningún equipo italiano por haber firmados dos contratos con distintos clubes.
la Federación Italiana de Fútbol) sancionó en febrero de 1995 a Luis Figo con dos años sin poder jugar en ningún equipo italiano por haber firmados dos contratos con distintos clubes
Ahora había que buscar una solución para el jugador, y por ahí seguía el interés del Barcelona. En un principio la idea era que el atacante luso estuviera cedido por el Parma en el equipo de la Ciudad Condal, al menos hasta que terminase la sanción para poder jugar en Italia, pero se llegó a un acuerdo de traspaso por dos años. Si el Barça no quería seguir contando con Figo después de esos dos años, los gialloblus tendría preferencia para poder fichar al futbolista portugués.
El culebrón terminó el 20 de abril de 1995, Luis Figo salió a rueda de prensa y dijo: »Está todo decidido, soy jugador del Barcelona». José Sousa Cintra, presidente del club luso, amenazó con denunciar al jugador a la FIFA si el equipo culé no pagaba las cifras acordadas en octubre de 1994 con la Juventus, pero finalmente el club catalán acabó pagando al Sporting solamente el canon de formación establecido por la UEFA (unos 2,5 millones de euros).
Figo fichó por el Barça. Fue ídolo y hasta capitán, pero en 2000 se fue al Madrid y pasó a ser villano eterno en Can Barça.