sábado, 12 julio 2025

La CEOE estima que la inflación se mantendrá ligeramente por debajo del 3% este año

La evolución de la inflación en España ha sido un tema de gran interés y preocupación en los últimos años, especialmente tras los efectos económicos de la pandemia y las tensiones geopolíticas globales. Según las recientes previsiones de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), se espera que el Índice de Precios al Consumo (IPC) se mantenga en niveles relativamente moderados durante el resto de 2024, con una tasa ligeramente inferior al 3%.

Publicidad

Esta proyección se basa en un análisis detallado de diversos factores económicos y medidas gubernamentales que han influido en la dinámica de precios en el país. La CEOE, como voz autorizada del sector empresarial español, ofrece una visión equilibrada que considera tanto los avances logrados en la contención de la inflación como los desafíos persistentes que podrían afectar su evolución futura. En este contexto, es fundamental examinar los componentes específicos del IPC y las variables externas que pueden impactar en su trayectoria.

Tendencias actuales en los componentes del IPC

El panorama inflacionario en España muestra signos de estabilización, con algunos componentes experimentando cambios notables. Los productos energéticos, que anteriormente fueron el principal impulsor de la inflación, han registrado un descenso significativo en sus precios durante los últimos dos meses. Este giro ha contribuido sustancialmente a moderar la tasa general de inflación, aliviando parte de la presión sobre los consumidores y las empresas.

Paralelamente, se ha observado una desaceleración considerable en los precios de los alimentos, particularmente en los no elaborados. Esta tendencia es especialmente relevante dado el peso que los alimentos tienen en la cesta de consumo promedio de los hogares españoles. La moderación en este sector podría tener un impacto positivo en el poder adquisitivo de las familias si se mantiene en el tiempo.

Sin embargo, la inflación subyacente, que excluye los componentes más volátiles como la energía y los alimentos no elaborados, muestra una resistencia a la baja en algunos de sus elementos. Los servicios destacan como un área de particular atención, ya que mantienen un dinamismo en sus precios que podría dificultar la contención general de la inflación a medio plazo. Este fenómeno se atribuye, en parte, al aumento de los costes de producción, incluyendo los costes salariales.

Factores externos que influyen en la inflación

La evolución de la inflación en España no puede entenderse sin considerar el contexto internacional y las políticas nacionales. Las medidas antiinflacionarias implementadas por el gobierno, como la reducción del IVA en la electricidad y el mantenimiento del IVA al 0% para ciertos alimentos, han tenido un impacto visible en las cifras recientes del IPC. La CEOE señala que la prórroga de estas medidas ha contribuido a mantener la inflación bajo control.

No obstante, la organización empresarial advierte que el ritmo de reversión de estas medidas podría condicionar la trayectoria futura de la inflación. Es crucial encontrar un equilibrio entre el apoyo a corto plazo y la sostenibilidad fiscal a largo plazo, considerando cuidadosamente el momento y la forma de retirar gradualmente estas medidas extraordinarias.

Otro factor externo de gran relevancia es el comportamiento de los precios de las materias primas en los mercados internacionales. La CEOE destaca específicamente la evolución de los precios del petróleo, que en los primeros días de septiembre mostraron una tendencia a la baja debido a una mayor oferta de crudo y a la revisión a la baja de las previsiones de crecimiento de la demanda global. Esta dinámica podría resultar en descensos significativos en las tasas anuales si se mantiene, con implicaciones positivas para la inflación española.

Perspectivas y desafíos para el control de la inflación

Mirando hacia el futuro, la CEOE anticipa que la inflación subyacente continuará moderándose, aunque de forma muy gradual. Esta proyección se basa en la observación de que la mayoría de los componentes de la inflación subyacente han mostrado una tendencia a la moderación en el crecimiento de sus precios. Sin embargo, la organización subraya la importancia de mantener la vigilancia sobre ciertos factores que podrían obstaculizar este proceso de desaceleración.

Entre estos factores, destaca la persistencia de presiones alcistas en el sector de los servicios. El dinamismo de los precios en este sector, combinado con el aumento de los costes de producción y los salarios, podría representar un desafío significativo para la contención de la inflación a medio plazo. Este aspecto merece especial atención por parte de los responsables de la política económica y monetaria.

La evolución de los precios del petróleo también juega un papel crucial en las perspectivas inflacionarias. Aunque las tendencias recientes han sido favorables, con precios moderados y proyecciones de tasas negativas para el resto del año, la volatilidad inherente a los mercados de materias primas aconseja cautela. Los futuros del petróleo sugieren que las tasas seguirán siendo negativas durante el resto del año, aunque moderando su intensidad, lo que podría contribuir a mantener la inflación bajo control.

En conclusión, mientras las proyecciones actuales de la CEOE ofrecen un panorama relativamente optimista para la inflación en España durante el resto de 2024, es fundamental mantener una postura vigilante y adaptativa. La interacción compleja entre factores internos y externos, junto con la evolución de las medidas de política económica, determinarán en gran medida la capacidad del país para mantener la estabilidad de precios y fomentar un crecimiento económico sostenible en los próximos meses.


Publicidad