La crisis que enfrenta Volkswagen ha generado gran preocupación en el estado alemán de Baja Sajonia, donde se ubica la sede central de la automotriz y varias de sus plantas principales. El primer ministro de Baja Sajonia, Stephan Weil, ha solicitado «conversaciones urgentes» con los empleados y el comité de empresa para resolver cuanto antes esta situación.
Baja Sajonia posee una participación minoritaria sustancial en Volkswagen, controlando el 20% de los derechos de voto. Tanto Weil como la viceprimera ministra, Julia Willie Hamburg, del partido de ‘Los Verdes’, forman parte del consejo de supervisión de la empresa. Esto les otorga un peso importante en la toma de decisiones, lo que podría permitirles respaldar a los trabajadores y forzar a la dirección a adoptar medidas contrarias a sus planes.
Volkswagen rescinde acuerdos de protección al despido
Las declaraciones de las autoridades de Baja Sajonia se producen luego de que Volkswagen rescindiera varios convenios colectivos en Alemania, entre ellos la garantía de protección contra el despido por motivos operativos hasta 2029. Esta medida abre la puerta a posibles recortes de personal a partir de julio de 2025.
Según la compañía, el objetivo es recuperar la rentabilidad de su marca de turismos, cuyos márgenes de beneficio se están reduciendo debido a la transición a los vehículos eléctricos, la desaceleración del gasto de los consumidores y la competencia procedente de China.
El estado de Baja Sajonia puede ejercer presión sobre Volkswagen
La situación en Volkswagen ha generado una gran preocupación en el estado de Baja Sajonia, donde se ubica la sede central de la automotriz y varias de sus plantas principales. Las autoridades de este estado, con una participación minoritaria sustancial en la empresa, pueden ejercer una importante influencia en la toma de decisiones a través del consejo de supervisión.
La rescisión de los acuerdos de protección al despido por parte de Volkswagen ha abierto la puerta a posibles recortes de personal, lo que ha aumentado la tensión y la incertidumbre entre los trabajadores. Ante esta situación, el primer ministro de Baja Sajonia ha solicitado «conversaciones urgentes» con los empleados y el comité de empresa, con el objetivo de buscar una solución que proteja los puestos de trabajo y la sostenibilidad de la compañía a largo plazo.