La zona del euro ha experimentado un proceso de desinflación acelerado en los últimos meses, como resultado del impacto de la política monetaria y la atenuación de las fuerzas que impulsaron un aumento significativo de los precios en los últimos años. Sin embargo, la representante alemana en el directorio del Banco Central Europeo (BCE), Isabel Schnabel, advierte que el ritmo de flexibilización de los tipos de interés debe avanzar de manera «gradual y cautelosa», y no de forma mecánica.
La Necesidad de un Enfoque Basado en Datos
La economista alemana subraya que el ritmo de flexibilización de la política monetaria no puede ser mecánico, sino que debe basarse en un análisis exhaustivo de los datos. Si bien los datos recientes son coherentes con el escenario base que prevé que la inflación volverá a caer de manera sostenible hacia la meta del 2% para finales de 2025, Schnabel advierte que «la confianza no es conocimiento». Dado que el camino de regreso a la estabilidad de precios depende de un conjunto de supuestos críticos, la política monetaria «debe avanzar de manera gradual y cautelosa».
Los Desafíos Persistentes de la Inflación Interna
Aunque la desinflación en la zona euro ha avanzado rápidamente, Schnabel señala que el nivel actual de inflación general subestima los desafíos que aún enfrenta la política monetaria. En particular, destaca que la inflación interna sigue siendo persistentemente elevada, lo que refleja en gran medida las presiones sobre los precios en el sector de los servicios, donde la desinflación se ha estancado desde noviembre pasado.
A pesar de ello, la economista alemana subraya que la estabilidad de precios a medio plazo «no requiere que la inflación de los servicios se desacelere al 2%». Sin embargo, para que la estabilidad de precios se restablezca de manera sostenible, Schnabel considera que la inflación de los servicios debe volver a un nivel que sea «consistente con la inflación subyacente del 2% en el medio plazo».
En resumen, el proceso de desinflación en la eurozona ha avanzado rápidamente, pero aún enfrenta desafíos persistentes, especialmente en lo que respecta a la inflación interna y la inflación en el sector de los servicios. Por lo tanto, la política monetaria debe avanzar de manera gradual y cautelosa, basándose en un análisis exhaustivo de los datos y evitando un enfoque mecánico.