La última encuesta realizada por el Banco Central Europeo (BCE) entre los consumidores de la zona euro muestra que las expectativas sobre la evolución de la inflación durante el próximo año se mantienen estables en el nivel más bajo desde septiembre de 2021. Según los datos de julio, los ciudadanos siguen esperando que la inflación se sitúe dentro de un año en el 2,8%, en línea con la lectura desde mayo, mientras que las expectativas a tres años vista han repuntado una décima respecto del mes anterior, hasta el 2,4%.
Por otro lado, la tasa mediana de inflación percibida durante los doce meses anteriores se redujo sustancialmente en julio, bajando hasta el 4,1% desde el 4,5% de junio y muy lejos del 4,9% correspondiente a la encuesta de mayo. De este modo, las expectativas de inflación a uno y tres años continuaron por debajo de la tasa de inflación pasada percibida, mientras que la incertidumbre sobre las expectativas de inflación durante los próximos 12 meses se mantiene a su nivel más bajo desde febrero de 2022, cuando Rusia invadió Ucrania.
Debilitamiento de las Expectativas de Ingresos y Gastos
Las expectativas de los consumidores acerca del crecimiento de sus ingresos nominales se debilitaron al 1,1%, desde el 1,4% en junio. Este descenso de las expectativas de ingresos fue generalizado en todos los grupos de edad e ingresos, pero más pronunciado entre aquellos con menores ingresos, según el BCE. De su lado, las expectativas de crecimiento del gasto nominal durante los próximos 12 meses también disminuyeron, hasta el 3,2% desde el 3,3% en junio, situándose en su nivel más bajo desde febrero de 2022.
Perspectiva Económica Más Negativa
En cuanto a la coyuntura económica, las expectativas de los consumidores sobre el crecimiento económico para los próximos 12 meses se volvieron más negativas, situándose en el -1%, en comparación con el -0,9% de junio y el -0,8% en mayo. Sin embargo, las expectativas para la tasa de desempleo a 12 meses se mantuvieron estables en el 10,6%, el nivel más bajo desde el inicio de la serie histórica. Los consumidores siguen esperando que la tasa de desempleo futura sea apenas superior a la tasa de desempleo actual percibida (10,1%), lo que implica un mercado laboral en general estable.
En resumen, la encuesta del BCE muestra que los consumidores de la zona euro se muestran cada vez más pesimistas sobre la evolución de la economía, la inflación, sus ingresos y gastos durante el próximo año, lo que podría tener implicaciones relevantes para el desempeño económico de la región en el corto y mediano plazo.