La economía de Estados Unidos se enfrenta a una revisión importante en sus datos de empleo. Según la Oficina de Estadísticas Laborales, el país generó 818.000 empleos no agrícolas menos de lo inicialmente calculado en los últimos 12 meses hasta marzo pasado. Este ajuste a la baja supone alrededor del 0,5% y significa que el crecimiento mensual promedio del empleo fue de aproximadamente 174.000 nuevos puestos, en lugar de los 242.000 estimados inicialmente.
Esto implica que el crecimiento total del empleo en ese período sería de aproximadamente 2,1 millones de trabajos, en lugar de los 2,9 millones reportados anteriormente. Un cambio significativo que sin duda tendrá un impacto relevante en el análisis de la salud del mercado laboral estadounidense.
El Impacto de la Revisión en Sectores Clave
Los sectores más afectados por esta revisión a la baja son los de servicios profesionales y de empresas, con un recorte de 358.000 empleos, y el de ocio y hostelería, con una disminución de 150.000 puestos de trabajo.
Estos ajustes ponen de manifiesto la necesidad de analizar con cautela los datos económicos, ya que pueden estar sujetos a revisiones posteriores que modifiquen sustancialmente la percepción inicial. Las empresas y los analistas deberán tener esto en cuenta a la hora de tomar decisiones y formular proyecciones.
Un Enfriamiento del Mercado Laboral
Por otro lado, los últimos datos publicados por el Departamento de Trabajo muestran que la economía estadounidense generó 114.000 nuevos puestos de trabajo no agrícolas durante el pasado mes de julio, una cifra muy inferior a los 179.000 creados en junio. Además, la tasa de desempleo subió dos décimas, hasta el 4,3%.
Si bien el mercado laboral sigue encadenando 43 meses consecutivos de creación de empleo, este registro de julio se situó por debajo de la media de los últimos doce meses, que es de 215.000 nuevos puestos de trabajo. Esto podría ser un indicativo de un enfriamiento en el dinamismo del mercado laboral estadounidense.
En conclusión, la revisión de los datos de empleo y el reciente comportamiento del mercado laboral generan una imagen más matizada de la fortaleza de la economía de Estados Unidos, lo que requerirá un seguimiento atento por parte de las empresas y los responsables políticos en los próximos meses.
