La campaña de verdeo en Andalucía se perfila como un momento crucial para el sector olivarero, marcando el inicio de una temporada que promete ser más favorable que las anteriores. Tras años de dificultades causadas por la sequía, los agricultores andaluces se preparan para una cosecha que podría alcanzar las 500.000 toneladas de aceitunas «verdeables», una cifra que supera las producciones de las dos últimas temporadas, caracterizadas por su dureza y escasez.
Este panorama alentador se debe en gran medida a las condiciones climáticas más favorables experimentadas durante el año en curso. Las precipitaciones, descritas como «más normales» por los expertos del sector, han propiciado una recuperación hídrica significativa y han beneficiado a la arboleda, sentando las bases para una cosecha más abundante. Sin embargo, el optimismo se mantiene cauto, ya que factores como la falta de lluvias otoñales tempranas o la persistencia de altas temperaturas en agosto podrían afectar negativamente las previsiones iniciales.
El inicio de la campaña y sus desafíos
La campaña de verdeo en Andalucía se inaugura a principios de septiembre con la recolección de la aceituna gordal, aunque el volumen principal de la cosecha no se inicia hasta mediados de mes. Es entonces cuando entran en escena las variedades más abundantes en la región: la manzanilla y la hojiblanca. Esta secuencia temporal responde a las características específicas de cada variedad y a las condiciones climáticas necesarias para su óptima maduración.
A pesar de las perspectivas positivas, el sector se enfrenta a varios desafíos que podrían comprometer el éxito de la campaña. Uno de los más apremiantes es la escasez de mano de obra, un problema recurrente en los últimos años que se prevé más agudo en esta temporada debido al aumento esperado en la producción. Para abordar esta cuestión, asociaciones como Asaja han lanzado iniciativas en colaboración con el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) con el objetivo de asegurar la disponibilidad de trabajadores para la recolección.
El factor climático también juega un papel crucial en el desarrollo de la campaña. La persistencia de altas temperaturas y la falta de precipitaciones durante la segunda quincena de agosto podrían resultar en aceitunas de tamaño reducido, inadecuadas para el verdeo. Esta situación podría llevar a los agricultores a redirigir su producción hacia la elaboración de aceite de oliva, en detrimento de la aceituna de mesa, alterando así las previsiones iniciales del mercado.
Variedades y previsiones de producción
La diversidad de variedades de aceituna cultivadas en Andalucía marca el ritmo y la estructura de la campaña de verdeo. La temporada comienza con la gordal, una variedad de producción más limitada, para la que se pronostica una cosecha de 28.000 toneladas, cifra inferior a la media habitual. A mediados de septiembre, entra en escena la manzanilla, con una previsión de 145.000 toneladas, ligeramente por encima de la media histórica.
El verdadero protagonista de la campaña es, sin duda, la variedad hojiblanca, cuya recolección se inicia a finales de septiembre y se extiende durante todo octubre. Para esta variedad, la más abundante en la región, se estima una producción de 255.000 toneladas, una cifra que se ajusta a los niveles normales de cosecha. La hojiblanca no solo destaca por su volumen de producción, sino también por su versatilidad, siendo apta tanto para el consumo de mesa como para la elaboración de aceite de oliva.
Es importante señalar que estas previsiones están sujetas a las condiciones climáticas de las semanas previas y durante la campaña. La ausencia de lluvias otoñales tempranas o la persistencia de temperaturas elevadas podrían reducir significativamente estas estimaciones, afectando no solo al volumen de la cosecha sino también a la calidad y el tamaño de las aceitunas.
Perspectivas de mercado y retos internacionales
En cuanto a los precios de la aceituna de mesa, se vislumbra un posible incremento influenciado por dos factores principales: el elevado precio del aceite de oliva y la escasez de existencias. La estrecha relación entre los precios del aceite y la aceituna podría incentivar a los agricultores a destinar más producción a la elaboración de aceite si los precios de este se mantienen altos, lo que reduciría la oferta de aceituna de mesa y presionaría al alza sus precios.
El mercado internacional presenta tanto oportunidades como desafíos para el sector. Se prevé que las exportaciones se mantengan en niveles estables, dado que la demanda global de aceituna de mesa sigue siendo fuerte. Sin embargo, la situación en el mercado estadounidense continúa siendo problemática, especialmente para la aceituna negra oxidada, debido a los aranceles impuestos. Esta situación ha obligado al sector a buscar mercados alternativos para compensar la pérdida de cuota en Estados Unidos.
Un reto adicional para los agricultores es el aumento generalizado de los costes de producción. Los precios de insumos esenciales como el combustible, los fertilizantes y los herbicidas se han incrementado significativamente, presionando los márgenes de beneficio. La dificultad para trasladar estos aumentos de costes al precio final de venta pone en riesgo la rentabilidad de muchas explotaciones.
En conclusión, la campaña de verdeo 2024 en Andalucía se presenta con expectativas moderadamente optimistas, pero no exenta de desafíos. El sector olivarero deberá navegar entre las incertidumbres climáticas, los retos laborales y las complejidades del mercado internacional para asegurar el éxito de una cosecha que promete ser mejor que las de años anteriores. La capacidad de adaptación y la resiliencia de los agricultores andaluces serán clave para aprovechar las oportunidades y superar los obstáculos que se presenten en esta temporada crucial para la economía agrícola de la región.