En los últimos años, España se enfrenta a una paradoja inquietante: mientras los precios de los alimentos continúan subiendo de manera alarmante, el desperdicio de comida también va en aumento. A pesar de que muchas familias sienten el peso de la inflación en su cesta de la compra, se siguen tirando toneladas de alimentos a la basura cada día. ¿Qué está provocando este fenómeno? En este artículo analizamos las causas y consecuencias de esta crisis alimentaria en la que se mezcla la carestía y el despilfarro, ofreciendo claves para entender cómo podemos revertir esta situación.
14Es una meta que se puede alcanzar fácilmente

Según Helena Calvo, el desperdicio de alimentos es responsable de hasta un 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, y los jóvenes, cada vez más conscientes del cambio climático, juegan un papel crucial en la reducción de este problema. La educación en las aulas es, según Calvo, «la única fórmula para cambiar esta situación a largo plazo».
Con iniciativas como esta, se demuestra que, además de las leyes, la innovación tecnológica y la conciencia ciudadana son esenciales para combatir el desperdicio alimentario y avanzar hacia un modelo de consumo sostenible.