En los últimos años, España se enfrenta a una paradoja inquietante: mientras los precios de los alimentos continúan subiendo de manera alarmante, el desperdicio de comida también va en aumento. A pesar de que muchas familias sienten el peso de la inflación en su cesta de la compra, se siguen tirando toneladas de alimentos a la basura cada día. ¿Qué está provocando este fenómeno? En este artículo analizamos las causas y consecuencias de esta crisis alimentaria en la que se mezcla la carestía y el despilfarro, ofreciendo claves para entender cómo podemos revertir esta situación.
1Los precios de la comida se encarecen, pero producimos más basura

En Europa se generan alrededor de 88 millones de toneladas de desperdicios alimentarios cada año, mientras que el precio de la cesta de la compra no deja de subir, afectando el bolsillo de millones de ciudadanos. En España, donde se tiran 7,7 millones de toneladas de comida al año, el Gobierno ha decidido actuar, aprobando un proyecto de ley que impone multas de hasta 500.000 euros a quienes no gestionen adecuadamente los alimentos que se desechan.
Sin embargo, a pesar de las nuevas medidas, varias iniciativas particulares llevan años buscando soluciones para reducir este problema, demostrando que la concienciación ciudadana puede ser clave para combatir el despilfarro.