La industria energética española está experimentando un auge sin precedentes en términos de empleo, según revela el reciente informe «Mercado de Trabajo en el sector Energético» elaborado por Randstad Research. Este estudio, basado en datos internos y del Instituto Nacional de Estadística (INE), muestra un crecimiento significativo en la ocupación del sector, alcanzando cifras récord en el primer trimestre de 2024. El incremento del 13,3% con respecto al mismo período del año anterior sitúa el número total de empleados en 97.960, marcando un hito en los últimos cinco años.
Este crecimiento no es un fenómeno aislado, sino que refleja una tendencia ascendente sostenida en el sector energético español. La expansión se debe, en gran medida, al papel cada vez más prominente que juega la energía en la economía nacional. Además, las perspectivas futuras son aún más prometedoras, ya que la transición energética hacia fuentes más limpias y sostenibles se perfila como un catalizador para la creación de millones de empleos en toda la Unión Europea, especialmente en tecnologías de bajas emisiones.
El auge de la producción y distribución eléctrica
El segmento de producción, transporte y distribución de electricidad se erige como el pilar fundamental del sector energético en términos de empleo. Con 84.712 empleados registrados en marzo de 2024, este subsector representa el 86,5% del total de la actividad y ha experimentado un crecimiento del 9,8% en comparación con el año anterior. Este aumento refleja la creciente demanda de energía eléctrica en España y la expansión de las infraestructuras necesarias para satisfacerla.
La robustez de este segmento se debe, en parte, a la diversificación de las fuentes de generación eléctrica. La integración de energías renovables como la solar y la eólica ha creado nuevas oportunidades de empleo en áreas como la instalación y mantenimiento de parques solares y eólicos. Además, la modernización de la red eléctrica para adaptarse a estas nuevas fuentes de energía ha impulsado la contratación de profesionales especializados en redes inteligentes y gestión de la demanda.
El crecimiento en este subsector también se ve impulsado por la creciente electrificación de diversos sectores de la economía, como el transporte y la industria. La transición hacia vehículos eléctricos y la implementación de procesos industriales más eficientes y menos contaminantes están generando una mayor demanda de profesionales capacitados en tecnologías eléctricas avanzadas.
La expansión del sector gasístico
Aunque menor en términos absolutos, el segmento de producción y distribución de gas ha experimentado un crecimiento aún más impresionante. Con un aumento del 46,5% en el número de empleados, alcanzando los 12.014 trabajadores en marzo de 2024, este subsector demuestra un dinamismo significativo. Este crecimiento puede atribuirse a varios factores, incluyendo la expansión de la infraestructura de gas natural y el papel del gas como combustible de transición en el proceso de descarbonización.
La expansión del sector gasístico se ve impulsada por la creciente importancia del gas natural licuado (GNL) en el mix energético español. La inversión en terminales de regasificación y en la red de distribución ha creado nuevas oportunidades de empleo en áreas como la logística, la ingeniería y la operación de plantas. Además, el desarrollo de tecnologías para la producción de biogás y gas sintético está abriendo nuevos nichos de mercado y demandando perfiles profesionales especializados.
El auge del sector gasístico también se refleja en la creciente demanda de profesionales capaces de gestionar la transición hacia gases renovables y de bajas emisiones. La investigación y desarrollo en torno al hidrógeno verde, por ejemplo, está generando nuevas oportunidades de empleo en un campo que se prevé fundamental para la descarbonización de sectores difíciles de electrificar.
Desafíos y oportunidades en la fuerza laboral energética
A pesar del crecimiento general del sector, persisten desafíos significativos en términos de diversidad y equilibrio en la fuerza laboral. La presencia masculina sigue siendo predominante, con un 69% de los empleados (68.001) siendo hombres, frente al 31% (29.960) de mujeres. Esta brecha de género se ha acentuado en los primeros meses de 2024, ya que la proporción de mujeres ha disminuido desde el 36% registrado al cierre de 2023.
La distribución por edad en el sector energético muestra una concentración en los grupos de mayor edad, con el 79% de los empleados superando los 35 años y el 50% siendo mayores de 44 años. Esta tendencia hacia una fuerza laboral más madura plantea desafíos en términos de renovación generacional y transferencia de conocimientos. La baja representación de menores de 35 años, que constituyen solo el 21% de la fuerza laboral, subraya la necesidad de estrategias para atraer y retener talento joven en el sector.
Por otro lado, el sector energético se caracteriza por sus altos niveles de profesionalización. Cerca de la mitad (49%) de los empleados cuenta con estudios universitarios, mientras que otro tercio (31%) posee formación profesional. Destaca especialmente la presencia de ingenieros, que constituyen más del 16% de la fuerza laboral, seguidos por empleados administrativos (5,7%) y agentes comerciales (5,6%). Esta alta cualificación posiciona al sector de manera favorable para afrontar los retos tecnológicos y de innovación que plantea la transición energética.
La distribución geográfica del empleo en el sector energético refleja cierta concentración, con la Comunidad de Madrid liderando al albergar el 25,7% de la ocupación, seguida por Andalucía (17,2%), Cataluña (15,3%) y País Vasco (5,2%). Esta distribución plantea tanto oportunidades como desafíos en términos de desarrollo regional y equilibrio territorial en la transición energética.
Finalmente, el sector energético se perfila como uno de los principales beneficiarios del desarrollo de la inteligencia artificial generativa, con cerca del 90% de las empresas consultadas previendo adoptar esta tecnología a corto y medio plazo. Esta tendencia promete revolucionar aspectos como la eficiencia operativa, la gestión de redes y la predicción de demanda, creando nuevas oportunidades de empleo en la intersección entre energía y tecnología avanzada.