Las ventanas en una casa son elementos cruciales que contribuyen significativamente a la sensación de amplitud y continuidad con el exterior. No solo permiten la entrada de luz natural, iluminando y ampliando visualmente los espacios, sino que también ofrecen vistas que pueden extender la percepción del interior hacia el horizonte. Esta conexión visual reduce la sensación de encierro, proporcionando una apertura hacia el mundo exterior que enriquece el ambiente doméstico. Además, las ventanas favorecen la ventilación, lo que mejora la calidad del aire y contribuye a un entorno más saludable y confortable. Y ahora, gracias al truco que te contamos, no tendrás que limpiarlas en mucho tiempo.
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Una vez hayas mezclado adecuadamente el agua con la glicerina, el siguiente paso es introducir esta solución en un pulverizador o spray. Este método facilita la aplicación uniforme del líquido sobre las superficies de las ventanas, permitiendo cubrir de manera más eficiente y rápida cada rincón del vidrio. Al usar el spray, asegúrate de distribuir la solución de manera homogénea, evitando excesos que puedan generar goteos o manchas. Pulverizar la solución ayuda a maximizar la efectividad del producto y a mantener tus ventanas limpias por más tiempo.