Las ventanas en una casa son elementos cruciales que contribuyen significativamente a la sensación de amplitud y continuidad con el exterior. No solo permiten la entrada de luz natural, iluminando y ampliando visualmente los espacios, sino que también ofrecen vistas que pueden extender la percepción del interior hacia el horizonte. Esta conexión visual reduce la sensación de encierro, proporcionando una apertura hacia el mundo exterior que enriquece el ambiente doméstico. Además, las ventanas favorecen la ventilación, lo que mejora la calidad del aire y contribuye a un entorno más saludable y confortable. Y ahora, gracias al truco que te contamos, no tendrás que limpiarlas en mucho tiempo.
3Puedes limpiarlas y que al día siguiente haga tormenta o mucho viento y se vuelvan a ensuciar

Puedes dedicar tiempo a limpiar meticulosamente tus ventanas, solo para que al día siguiente una tormenta o un fuerte viento las vuelva a ensuciar. Este ciclo puede ser frustrante, especialmente si vives en una zona con clima variable. El polvo, el polen y otros elementos arrastrados por el viento pueden adherirse fácilmente al vidrio recién lavado. Aunque es inevitable que las condiciones meteorológicas afecten la limpieza de las ventanas, usar productos repelentes al agua y al polvo puede ayudar a mantenerlas limpias por más tiempo, reduciendo la frecuencia necesaria para limpiarlas de nuevo.