La economía mexicana se enfrenta a un entorno inflacionario persistente, con la inflación interanual alcanzando el 4,98% en junio, la cifra más alta en lo que va de 2023. Este incremento, casi tres décimas por encima de mayo, ha generado preocupación en el banco central de México, conocido como Banxico. Ante este panorama, la institución monetaria se prepara para tomar una decisión clave en su reunión del jueves, con la posibilidad de un recorte de 25 puntos básicos en la tasa de interés, que actualmente se encuentra en el 11%.
Política Monetaria Prudente y Ajustes Futuros
Tras casi un año manteniendo la tasa en el 11,25%, Banxico optó por aplicar un primer recorte de 25 puntos básicos en marzo, llevando la cifra al 11% actual. Sin embargo, en las últimas dos reuniones, el banco central ha optado por la cautela, manteniendo los tipos sin cambios. En la reunión de junio, se señaló que los retos y riesgos en ambos lados del balance ameritan continuar con un manejo prudente de la política monetaria. No obstante, se prevé que el entorno inflacionario permita discutir ajustes en la tasa en el futuro.
Expectativas y Riesgos en la Próxima Decisión
El mercado espera que en esta reunión Banxico aplique un recorte de 25 puntos básicos en la tasa de interés. BBVA Research, uno de los principales analistas, prevé que la mayoría de los miembros de la entidad reconozcan el debilitamiento de la economía y la mayor confianza en las perspectivas de inflación, justificando así el recorte. Sin embargo, la repentina depreciación del peso tras la volatilidad global del pasado fin de semana representa un riesgo para este pronóstico.
Aunque la inflación en México ha continuado al alza, la inflación subyacente apunta a acumular 18 meses consecutivos a la baja a pesar de la persistencia de los servicios. BBVA Research considera que «un recorte de tasa está justificado dada la continua desaceleración de la inflación subyacente y los mayores riesgos para la actividad económica». Por otro lado, la institución cree que la volatilidad más reciente del tipo de cambio se explica por un clima global de aversión al riesgo y que la política monetaria no debería reaccionar a estos movimientos.
En resumen, Banxico se enfrenta a una decisión compleja en medio de un entorno inflacionario desafiante y la necesidad de equilibrar los riesgos para la actividad económica. La próxima reunión del jueves será clave para entender la orientación de la política monetaria en México y sus implicaciones para la economía del país.