La actividad del sector privado en la zona euro se ralentizó significativamente en julio, llegando prácticamente al estancamiento, según los últimos datos del índice PMI compuesto. Este descenso se produjo tanto en Alemania como en Francia, mientras que España e Italia lograron mantener un ritmo de crecimiento, si bien insuficiente para compensar las contracciones de las dos mayores economías de la región.
El informe revela que la demanda de productos y servicios, especialmente en el mercado internacional, se ha reducido, lo que se ha traducido en un estancamiento de los niveles de empleo y una caída de la confianza empresarial. Estos factores han tenido un impacto directo en la actividad total de la zona euro, que se ha visto seriamente afectada.
LA EVOLUCIÓN DE LOS SECTORES
En el mes de julio, el índice PMI de servicios sufrió una notable desaceleración, situándose en su nivel más bajo de los últimos cuatro meses. Por su parte, el PMI manufacturero se mantuvo estable en 45,8 puntos, consolidando la tendencia a la baja que venía registrando en los últimos meses. Estos datos reflejan la dificultad que están atravesando tanto el sector servicios como el industrial en la región.
La economía alemana, considerada el motor de la zona euro, se contrajo por primera vez desde marzo, lo que supone un lastre significativo para el conjunto de la región. En Francia, la actividad privada continuó deteriorándose, sumándose a los problemas de las dos principales economías de la eurozona.
Por el contrario, España e Italia lograron registrar expansiones, si bien estas fueron «casi suficientes» para compensar las contracciones observadas en Alemania y Francia. Esto pone de manifiesto la heterogeneidad que caracteriza el desempeño económico de los diferentes países que conforman la unión monetaria.
LAS PERSPECTIVAS DE FUTURO
Según los expertos, la situación no mejorará significativamente en el corto plazo. Los efectos extraordinarios de eventos como la Eurocopa de fútbol en Alemania, los Juegos Olímpicos en Francia y la gira de conciertos de Taylor Swift en Europa «también están disminuyendo», lo que podría suponer un nuevo lastre para el sector servicios en la segunda mitad del año.
Además, la inflación sigue siendo elevada, a pesar de que los precios de venta están aumentando al ritmo más lento en treinta y ocho meses. Esta combinación de estancamiento económico y alta inflación plantea un desafío significativo para los responsables de la política económica de la zona euro, quienes deberán encontrar soluciones efectivas para impulsar el crecimiento y controlar la subida de precios.
En resumen, el lento crecimiento del sector privado en la eurozona, con Alemania y Francia a la cabeza de las contracciones, y la persistencia de altas tasas de inflación, configuran un escenario económico complejo y desafiante para la región en los próximos meses. Los expertos advierten que las perspectivas a corto plazo no son halagüeñas, lo que requerirá de medidas decididas por parte de las autoridades para revertir esta tendencia y estimular la actividad económica.