El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha señalado que Guatemala necesita realizar inversiones importantes y urgentes para cerrar brechas en infraestructura, educación, salud y otras necesidades sociales. Para lograr esto, el país debe mejorar su clima de negocios, la gobernanza y la seguridad jurídica con el fin de atraer este capital extranjero esencial para su desarrollo.
Además, se requiere un fortalecimiento gradual de los marcos de política monetaria y cambiaria. Esto incluye que los cambios en la tasa de política monetaria (los tipos de interés) deben basarse en datos y mantener la coherencia con la política fiscal. El FMI resalta el papel particularmente importante que jugará un banco central solvente capaz de gestionar la liquidez monetaria, mantener la estabilidad de precios y enfrentar los desafíos futuros.
La Necesidad de una Reforma Fiscal Integral
Otra de las reformas clave para que Guatemala pueda realizar las inversiones cuantiosas que necesita está relacionada con la mayor recaudación fiscal. Si bien el país ha logrado avances, sus ingresos siguen siendo entre los más bajos del mundo, lo que dificulta atender las apremiantes necesidades sin aumentar sustancialmente la deuda soberana.
Una reforma tributaria integral en el futuro, junto con un mejor gasto público, serán fundamentales. Un mayor gasto y déficits fiscales temporalmente más altos deben ir acompañados de una agenda plurianual de proyectos estratégicos de transformación, con mayor transparencia, eficiencia y calidad del gasto. Además, se debe desarrollar el mercado de capital interno, el mercado secundario de deuda y la curva de rendimiento.
Asimismo, la aprobación de una legislación adecuada, incluyendo una ley de competencia con aspectos de inversión, una ley de infraestructura y de puertos, así como la reforma de los funcionarios públicos y de las contrataciones públicas, son esenciales para impulsar la economía.
El Panorama Macroeconómico y los Desafíos Futuros
La economía guatemalteca sigue mostrando estabilidad y solidez gracias a políticas monetarias y fiscales prudentes, con una tasa de inflación dentro de la meta, amplias reservas internacionales, déficits fiscales contenidos y una baja relación deuda pública/PIB.
Sin embargo, el Gobierno necesita avanzar en la agenda de reformas estructurales para seguir apoyando el crecimiento económico y aumentarlo en el mediano plazo. Según el FMI, la implementación de reformas urgentes en infraestructura, inversión en capital humano y gobernanza no puede esperar si se quiere apoyar a los sectores productivos del país y asegurar un crecimiento más alto, sostenido e inclusivo.
Las perspectivas para el país siguen siendo favorables, pero con riesgos sesgados a la baja, como la falta de progreso en la agenda económica, un crecimiento por debajo del potencial y un posible resurgimiento del malestar social. Otros riesgos incluyen la volatilidad en los precios de las materias primas, los desastres naturales y los ataques cibernéticos. Aun así, el FMI sostiene que la ejecución exitosa de la agenda de reforma estructural del gobierno podría conducir a un mayor potencial de crecimiento inclusivo y sostenible.
