La inflación en Paraguay continúa su persistente ascenso, a pesar de registrar ligeras fluctuaciones en los últimos meses. Según las cifras divulgadas por el Banco Central del Paraguay (BCP), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) escaló una décima en julio, ubicándose en el 4,4% interanual, la mayor cifra en lo que va de 2023.
Esta tendencia inflacionaria se ha mantenido estancada en torno al 4% desde el pasado marzo, último mes en el que se ubicó por debajo de este nivel, en el 3,6% interanual. Si bien en junio se apreció un leve descenso, el índice ha vuelto a elevarse en julio, rompiendo con la tregua temporal.
LA INFLACIÓN MENSUAL Y ACUMULADA
En términos mensuales, la inflación ha subido al 0,1%, revirtiendo la caída del 0,4% experimentada en junio. Por su parte, la tasa acumulada se encuentra en el 2,9%. Estos datos ponen de manifiesto que, si bien existen leves fluctuaciones en el corto plazo, la tendencia general sigue siendo alcista.
La inflación subyacente, que excluye los componentes más volátiles, también ha registrado un incremento, situándose en el 3,1% interanual, una décima más que en junio, y del 0,2% mensual, también una décima superior al mes anterior. Estos indicadores sugieren que la presión inflacionaria se ha extendido más allá de los rubros más variables.
En cuanto a la composición de la inflación, los alimentos se mantienen en tasas elevadas, mientras que los combustibles siguen en terreno negativo, pero a ritmos más moderados. En el mes de julio, tanto los bienes como los servicios contribuyeron al alza de la inflación, mientras que los rubros frutihortícolas atenuaron este resultado.
LOS FACTORES CLAVE DETRÁS DE LA INFLACIÓN
Uno de los principales motores de la inflación en Paraguay parece ser el comportamiento de los precios de los alimentos, que continúan mostrando un importante incremento interanual. Esto probablemente se deba a factores como las disrupciones en las cadenas de suministro, los altos costos de producción y la volatilidad de los mercados internacionales.
Asimismo, la inflación subyacente en alza sugiere que la presión inflacionaria se ha propagado más allá de los componentes más volátiles, lo que podría estar relacionado con presiones de demanda en la economía, aumentos salariales y costos de producción más generalizados.
Por otro lado, la evolución de los precios de los combustibles, si bien sigue en terreno negativo, ha moderado su ritmo de caída, lo que también puede haber influido en la tendencia al alza de la inflación general.
DESAFÍOS Y PERSPECTIVAS FUTURAS
Ante este panorama, las autoridades económicas paraguayas tendrán que redoblar sus esfuerzos para controlar la inflación y mantenerla dentro de los objetivos establecidos. Esto requerirá una combinación de políticas monetarias y fiscales adecuadas, así como la implementación de medidas estructurales que aborden los cuellos de botella en la cadena de suministro y promuevan una mayor productividad en la economía.
Asimismo, será crucial monitorear de cerca la evolución de los precios internacionales, especialmente de los alimentos y los combustibles, y estar preparados para ajustar las políticas en función de los cambios en el entorno externo.
En definitiva, la inflación en Paraguay mantiene una tendencia alcista, a pesar de algunas leves fluctuaciones, lo que representa un desafío importante para las autoridades económicas y la estabilidad de los precios en el país. La adopción de medidas efectivas y la atención a los factores clave que impulsan esta dinámica serán fundamentales para lograr un control efectivo de la inflación y garantizar el bienestar económico de los paraguayos.