jueves, 15 mayo 2025

CCOO exige a Bosal soluciones para los trabajadores y la reactivación industrial de la planta de Pedrola

La noticia del inminente cierre de la planta de la multinacional belga Bosal en Pedrola, Zaragoza, ha generado una gran conmoción en la región. Con 135 trabajadores afectados por el expediente de regulación de empleo (ERE) presentado por la empresa, esta situación pone de manifiesto los desafíos que enfrenta la industria aragonesa en un entorno económico cambiante.

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La decisión de Bosal de cerrar su fábrica en Pedrola se debe a la pérdida de un contrato clave para la fabricación de tubos de escape que representaba el 80% de la producción de la planta. Esta situación ha puesto en jaque a los 135 trabajadores de la factoría, quienes han quedado impactados por la noticia comunicada por la empresa a los sindicatos.

CCOO Aragón, representado por su secretaria general, Ana Sánchez, ha exigido a la dirección de Bosal que elabore un plan de acompañamiento al ERE, incluyendo la recolocación de los empleados y la posibilidad de reindustrializar la factoría. Esta solicitud ha sido rechazada por la empresa, quien alega la «inviabilidad económica» de la operación.

En la reunión que se llevará a cabo el próximo 7 de agosto en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA), el comité de empresa buscará impulsar la reindustrialización de la planta, una opción que Bosal ha desestimado hasta el momento. Además, exigirán que la empresa provisione el pago de las indemnizaciones mínimas a los trabajadores, evitando así que el conjunto de los ciudadanos asuma este costo a través del Fondo de Garantía Salarial (FOGASA).

La Búsqueda de Alternativas: Impugnación del ERE y Asistencia Jurídica

Ante este escenario, el comité de empresa está elaborando un informe para analizar la posibilidad de impugnar el ERE presentado por Bosal. Esta decisión deberá ser tomada por la plantilla, quienes contarán con el apoyo jurídico de CCOO para los casos más individuales.

Ana Sánchez, de CCOO Aragón, prevé que no habrá una reactivación de la actividad en la fábrica de Pedrola. Los trabajadores han tenido un permiso retribuido hasta el 26 de julio y desde entonces se encuentran de vacaciones, a la espera de que el 22 de agosto se resuelva el ERE: «Volverán para recoger los trastos», ha lamentado la sindicalista.

El Futuro Incierto: Implicaciones Regionales y Nacionales

El cierre de la planta de Bosal en Pedrola no solo tendrá un impacto directo en los 135 trabajadores afectados, sino que también se traducirá en una pérdida considerable para la industria aragonesa. La desaparición de este importante centro de producción dejará una huella significativa en el tejido industrial de la región, poniendo de manifiesto la necesidad de implementar estrategias efectivas para fomentar la reindustrialización y la creación de empleos estables.

Más allá de las fronteras regionales, esta situación adquiere una relevancia nacional, al evidenciar los desafíos que enfrentan las empresas multinacionales en un entorno económico cambiante. La respuesta de las autoridades y la capacidad de las partes involucradas para encontrar soluciones viables serán fundamentales para mitigar los efectos negativos de este cierre y sentar las bases para una recuperación sostenible de la industria.


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