viernes, 22 agosto 2025

Endesa cortó el suministro a 1.260 enganches clandestinos de plantaciones de marihuana en los primeros seis meses

En un panorama donde la sostenibilidad energética y la seguridad del suministro son aspectos cruciales, una problemática emerge con fuerza en España: las plantaciones ilegales de marihuana que han impactado de manera alarmante en la red eléctrica del país.

Endesa, la principal compañía eléctrica española, a través de su filial de redes e-distribución, ha desconectado nada menos que 1.260 enganches ilegales para alimentar estos cultivos durante el primer semestre del año, lo que representa un incremento del 14% con respecto al mismo periodo de 2022. Esto significa que la empresa se ha visto obligada a desmantelar una media de siete conexiones fraudulentas al día.

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El Impacto de las Plantaciones Ilegales en la Red Eléctrica

Las cifras revelan una situación preocupante. La energía consumida por las plantaciones detectadas entre enero y junio de este año ascendió a 141 millones de kilovatios hora (KWh), lo que equivale al consumo de cerca de 40.300 hogares y representó el 35% de toda la energía defraudada contabilizada por Endesa.

Pero esta no es la totalidad del problema. Se estima que el total de las plantaciones de cannabis existentes en España consumen unos 2,2 teravatios hora (TWh) de electricidad, lo que equivale a la demanda de Sevilla en un año. Estas cifras ponen de manifiesto «la magnitud de un problema creciente que amenaza la seguridad física de los vecinos y la calidad de suministro en zonas con alta concentración de fraude», según destacó la propia eléctrica.

El Auge de las Plantaciones ‘Indoor’ y sus Consecuencias

Uno de los factores clave detrás de este fenómeno es el crecimiento de las instalaciones para cultivar marihuana en el interior de edificios, conocidas como plantaciones ‘indoor’. Estas han experimentado un auge muy significativo en los últimos años, convirtiéndose en la modalidad predominante en España, acaparando el 81% de las plantas de marihuana incautadas en la Unión Europea en 2022.

Los sistemas de iluminación y ventilación utilizados para acelerar el crecimiento de las plantas funcionan 24 horas al día mediante enganches ilegales, lo que provoca sobrecargas de potencia que activan las protecciones de los centros de transformación y generan interrupciones de suministro que afectan a los vecinos de la zona.

Incluso en algunos puntos de la red gestionados por e-distribución se ha tenido que incrementar la potencia para intentar evitar estas interrupciones, pero a pesar de que la potencia instalada multiplica hasta por doce la que sería necesaria en función al número de habitantes, las incidencias se suceden, lo que evidencia un alto volumen de enganches a la red.

Además, Endesa ha informado que los últimos tres años los empleados de la compañía y de las contratas que trabajan sobre el terreno han sufrido un centenar de agresiones y amenazas cuando procedían a desmantelar estos fraudes.

En definitiva, las plantaciones ilegales de marihuana representan un desafío creciente para la red eléctrica española, poniendo en riesgo la seguridad y la calidad del suministro en diversas zonas del país. Una situación que requiere de una respuesta integral por parte de las autoridades y las empresas del sector para salvaguardar la estabilidad del sistema energético.


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