La industria automotriz española se encuentra en un momento crítico, enfrentándose a una serie de desafíos que exigen una respuesta contundente. Josep Maria Recasens, el nuevo presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), ha asumido el liderazgo en un momento decisivo, consciente de que el futuro de este sector clave de la economía española depende de la capacidad de adaptarse a los cambios que se avecinan.
En su discurso de presentación, Recasens ha sido claro: el vehículo eléctrico es el único elemento que genera valor en la industria automotriz actual. Según él, «quien niegue el vehículo eléctrico está negando el progreso». Esta afirmación refleja la convicción de que España debe convertirse en un líder tecnológico en la producción de vehículos eléctricos y conectados, o de lo contrario arriesgará perder el tren de la transformación que está experimentando el sector.
La Encrucijada de la Descarbonización
El sector de la automoción en España y Europa se enfrenta a seis retos clave en los próximos años: la descarbonización, la digitalización, la volatilidad de los precios, la escasez de materias primas, el tsunami regulatorio y la transformación de la fuerza laboral. Recasens ha reconocido que «nunca antes el sector ha hecho frente a tal cantidad de retos de forma simultánea».
Uno de los principales desafíos es el de la descarbonización, que plantea un ‘trilema’ para el sector. Por un lado, las soluciones tecnológicas y las fuentes de energía deben asegurar el suministro; por otro, deben ser limpias y verdes; y, finalmente, deben ser competitivas en costes y, por lo tanto, accesibles para el cliente. Actualmente, Recasens afirma que «no hay ninguna tecnología que sea capaz de dar respuesta al trilema.
Ante este escenario, el presidente de Anfac ha defendido la coexistencia de todas las tecnologías de propulsión durante la transición energética del sector, si bien ha recalcado que el futuro pasa por el vehículo eléctrico.
Competencia y Regulación
Al abordar la cuestión de los aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos chinos, Recasens ha sido claro: la competencia es bienvenida, pero debe darse en igualdad de condiciones. Reconoce que los fabricantes chinos «van una generación por delante» en el vehículo eléctrico conectado, y que Europa debe ser «humilde» y aceptar esa realidad.
Sin embargo, Recasens ha criticado el modelo regulatorio europeo, que considera que «nos paraliza y nos obliga cada año a tener que gestionar entre 8 y 10 nuevas regulaciones en los vehículos, hipotecando más del 25% de nuestros recursos para entender la regulación y como aplicarla en nuestros vehículos». En contraste, ha destacado el modelo regulatorio chino, que «regula a largo plazo», y el modelo americano, que «regula la protección».
Colaboración y Transformación
Ante este panorama, Recasens ha enfatizado la necesidad de una colaboración entre todos los actores relevantes, incluyendo el Gobierno y el sector tecnológico industrial, para lograr la transformación necesaria de la industria española del automóvil. Según él, «esto no va de Anfac y el Gobierno, va de todos».
El nuevo presidente de Anfac ha dejado claro que la generación de valor en la industria va más allá de debates ideológicos o de la venta de vehículos. Se trata, en esencia, de tecnología, y de posicionar a España como un líder tecnológico en el sector del vehículo eléctrico y conectado. Solo así, según Recasens, España podrá mantener su tejido industrial y aprovechar las oportunidades que ofrece la transformación del sector automotriz.