La ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, ha abordado un tema de creciente relevancia en las ciudades españolas: la regulación de las viviendas de uso turístico (VUT) y su impacto en la accesibilidad a la vivienda para los residentes locales. En una visita al casco histórico y las obras de rehabilitación del mercado de abastos de Betanzos (A Coruña), la ministra ha transmitido un mensaje claro a los ayuntamientos: no pueden «evitar» la realidad de los pisos turísticos y deben actuar para garantizar el acceso de los vecinos a una vivienda asequible.
La Necesidad de Gobernar la Realidad de los Pisos Turísticos
Rodríguez ha sido enfática al señalar que las viviendas de uso turístico son «actividades económicas que, en ocasiones y en determinados territorios, afectan a la eficacia del derecho de acceso a la vivienda». Ante esta realidad, la ministra ha instado a las comunidades autónomas y a las entidades locales a «acometer» y «gobernar» esta situación, evitando simplemente «evitarla» o «no verla».
La ministra ha revelado que, en su diálogo con la alcaldesa de Betanzos, ésta le indicó que actualmente el tema de los pisos turísticos «aún no es un problema«, pero que sí se está registrando un «incremento» de este tipo de viviendas. Ante esto, Rodríguez ha recomendado a la alcaldesa que «ordene esta realidad» a través de una «ordenanza» que atienda a esta situación, para que «mañana no sea un problema que impida a tus vecinos acceder a una vivienda a precio asequible».
Medidas Más Drásticas Cuando Sea Necesario
Más allá de la mera regulación, la ministra ha avalado la adopción de medidas más drásticas cuando sea necesario, como la prohibición de los pisos turísticos anunciada por el Ayuntamiento de Barcelona a partir del año 2028. Según Rodríguez, el problema no radica tanto en la cantidad de estas viviendas, sino en el impacto que tienen en el incremento de los precios de la vivienda y los alquileres.
En este contexto, la ministra ha recordado que el Gobierno impulsará una modificación de la Ley de Propiedad Horizontal para que los vecinos puedan «determinar si en sus comunidades quieren albergar este tipo de actividades económicas o no. Esto refleja la preocupación por el efecto que las VUT tienen no solo en el derecho a la vivienda, sino también en la convivencia en las propias comunidades y en los «modelos de ciudad» a futuro.
Rodríguez ha abogado por un modelo de ciudad donde los vecinos puedan «transitarla, jugarla, pasearla«, evitando que se conviertan en «meros parques temáticos» que acojan un turismo que, si bien «es maravilloso» y «deseamos«, también debe ser «gobernable» para que sea «compatible con el desarrollo de la vida y el futuro económico de nuestro país».
