Viajar en familia no solo crea recuerdos inolvidables, sino que también ofrece la oportunidad de sumergirse en culturas ricas y diversas.
¿Te imaginas caminando por las calles adoquinadas de una antigua ciudad europea y el sonido de las campanas resonando en el aire mientras tus hijos exploran curiosamente cada rincón?
Pues no, eso no va a suceder.
A no ser que lo adaptes muy bien a los niños, te resultará difícil oír esas campanas debido al mantra de los niños “me aburro, quiero ir a casa”.
Afortunadamente, hay destinos que combinan cultura y entretenimiento, asegurando que toda la familia disfrute al máximo. Aquí te presentamos algunos de los mejores destinos culturales que incluso se recomiendan para aquellas parejas que van a hacer su viaje de novios con niños.
París: lugares impresionantes y parques temáticos
Francia es un destino clásico de parejas y lunas de miel que ofrece algo para todos los gustos.
Los niños pueden disfrutar mucho de visitas a la Torre Eiffel, el Museo del Louvre si te preparas un poco la visita para contarles buenas historias y Palacio de Versalles.
Además, podéis intercalar visitas a Disneyland París y el Parque de Astérix. Ambas merecen la pena para un día en familia.
Y la comida francesa es lo suficientemente parecida a la nuestra como para que no sufráis en este aspecto. Si a eso le añadimos un viaje cómo y fácil en avión. Tenemos un destino perfecto.
Roma: un festín monumental y culinario
En Roma, los pequeños pueden maravillarse con el Coliseo, imaginando gladiadores y espectáculos antiguos. La Ciudad del Vaticano y la Capilla Sixtina son paradas obligatorias que despiertan la curiosidad de todas las edades. No te pierdas el encanto de la Fontana di Trevi y el Panteón.
Las comidas no serán problema; la pasta, las pizzas y los gelatos rara vez fallan con los niños. Una manera económica de comer y disfrutar es comprar pizza al peso en los puestos callejeros. ¡La libertad de comer en la calle y el sabor harán las delicias de los pequeños exploradores y les dará un respiro respecto a las visitas culturales!
Grecia: combinación perfecta de cultura y playa
Grecia es conocida por sus hermosas playas y su fascinante historia. Una excelente manera de disfrutar de este país es combinar una visita a Atenas con un recorrido por las islas griegas.
En Atenas, los niños podrán aprender sobre la mitología griega mientras exploran antiguos templos y ruinas, como la Acrópolis y el Partenón.
Luego, relajaos en las aguas del Mar Egeo o el Mar Jónico en las islas griegas. Las playas de Santorini, Mykonos y Creta son perfectas para nadar y disfrutar en familia, ofreciendo un equilibrio ideal entre cultura y diversión playera.
Bélgica: Flandes y diversión en Bellewaerde Park
Bélgica es un destino poco común pero muy interesante para un viaje con hijos, especialmente la región de Flandes.
Aquí, los niños pueden disfrutar de los deliciosos bombones y gofres belgas, así como explorar la hermosa ciudad medieval de Brujas con sus encantadores canales y calles empedradas.
Además, una visita al Bellewaerde Park, un parque temático que combina atracciones emocionantes y un zoológico, promete un día lleno de diversión y aventuras para toda la familia.
Cómo elegir un destino para que sea un éxito
Elegir el destino perfecto se basa en fijar unas expectativas claras sobre lo que queréis y a partir de ahí buscar un destino que se adapte a ellas. Siempre tened en cuenta:
- Intereses de la familia: elige un lugar que ofrezca actividades para todos y que ofrezca facilidades y actividades específicas para niños. Resorts con clubes infantiles, parques temáticos o museos interactivos pueden hacer que el viaje sea más placentero para los pequeños.
- Seguridad y comodidad: verifica que los traslados y el alojamiento sean cómodos para los niños. Infórmate de lo necesario respecto a la atención sanitaria, especialmente si viajas con niños pequeños.
- Clima y temporada: investiga sobre el clima y la temporada alta del destino. Evita épocas de clima extremo y trata de viajar en temporadas intermedias para disfrutar de menos multitudes y precios más bajos.
- Presupuesto: considera el coste total del viaje, incluyendo vuelos, alojamiento, comidas y actividades. Planifica un presupuesto que te permita disfrutar sin preocupaciones y darle un capricho a los niños de vez en cuando sin agobios.