martes, 27 mayo 2025

Bosal presentará el próximo lunes la memoria justificativa del ERE al comité de la empresa

La noticia de que la empresa Bosal, con sede en Pedrola (Zaragoza) y dedicada a la fabricación de tubos de escape, tendrá que cerrar sus puertas ha impactado a la comunidad local. Tras años de actividad, esta decisión responde a la finalización del contrato con su principal cliente, Volkswagen, quien ha optado por rescindir unilateralmente el acuerdo.

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La dirección de Bosal ha iniciado el proceso de un expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción que afectará a los 135 puestos de trabajo de la planta. Esta medida, si bien dolorosa, se presenta como necesaria para hacer frente a la nueva realidad del mercado y salvaguardar la viabilidad a largo plazo de la compañía.

IMPACTO EN LA COMUNIDAD LOCAL

La noticia ha generado gran preocupación entre los trabajadores y la comunidad local de Pedrola. La secretaria general de Industria de CCOO Aragón, Ana Sánchez, ha comentado que el comité de empresa, encabezado por David Chico (CC.OO.), se ha reunido con los trabajadores para informarles sobre el inicio del ERE. Sin embargo, aún no se ha celebrado una asamblea para discutir las alternativas y el futuro de la planta.

Según Sánchez, el proceso del ERE «está siendo un poco irregular» debido a que la actividad productiva se paralizará antes de que se lleven a término los pedidos pendientes. Esta situación plantea interrogantes sobre el futuro de los trabajadores y la comunidad que depende de la estabilidad de esta empresa.

UN PRECEDENTE CONOCIDO

No es la primera vez que Bosal se enfrenta a este tipo de desafíos. Hace varios años, la empresa tuvo que realizar otro ERE debido a la pérdida de la producción del Opel Corsa. Ahora, la finalización del contrato con Volkswagen marca un nuevo punto de inflexión en la historia de la compañía.

Este tipo de situaciones ponen de manifiesto la vulnerabilidad de las empresas subcontratistas ante las decisiones de sus principales clientes. Además, resalta la necesidad de diversificar la cartera de productos y clientes para mitigar los riesgos y garantizar la sostenibilidad a largo plazo.

La comunidad de Pedrola y los trabajadores de Bosal se enfrentan a un futuro incierto, pero esperan que la dirección de la empresa y las autoridades locales puedan encontrar soluciones que minimicen el impacto negativo y brinden nuevas oportunidades a quienes se verán afectados por este cierre.


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