La transición hacia una movilidad más sostenible es un objetivo clave en la Unión Europea (UE) para reducir las emisiones de carbono y mitigar el impacto climático. En este contexto, un nuevo estudio realizado por EIT Urban Mobility y EIT InnoEnergy, con el apoyo del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT), ha analizado el papel fundamental que jugarán los vehículos eléctricos ligeros (VEL) en este proceso.
La Creciente Demanda de Vehículos Eléctricos Ligeros
La demanda de VEL, que incluyen bicicletas, patinetes y ciclomotores eléctricos, se está disparando en Europa. Se estima que en 2022 se vendieron aproximadamente 10 millones de unidades, y se prevé que esta cifra se triplicará en 2030 y se duplicará en 2040. Esto convierte a los VEL en proveedores ideales a corto plazo para la producción de celdas de baterías, especialmente las cilíndricas, que son el estándar en la mayoría de las aplicaciones de VEL.
Además, el estudio revela que la capacidad de producción de baterías prevista en Europa para 2030, de entre 1.144 GWh y 1.800 GWh, superará la demanda de los coches eléctricos, que se estima en entre 317 GWh y 696 GWh. Esto significa que una parte de esta capacidad puede asignarse para apoyar el cambio modal hacia los VEL, cuya demanda anual de baterías se estima en solo 36 GWh para 2030 y 71 GWh para 2040, requiriendo entre 10 y 30 veces menos metales críticos que los coches eléctricos.
Beneficios Industriales y Ambientales de los Vehículos Eléctricos Ligeros
El estudio también señala que la innovación y el desarrollo del sector de los VEL pueden generar avances y efectos indirectos que beneficien a toda la industria. Por ejemplo, la reducción de costes, la mejora del rendimiento o la eliminación y reutilización de las baterías, crearían importantes beneficios de mercado para los proveedores, especialmente en la movilidad compartida, donde las baterías de los VEL se utilizan y reutilizan con frecuencia.
Además, el aprovechamiento de las celdas cilíndricas da soporte a varias industrias más allá de la ‘e-movilidad’, como drones, herramientas eléctricas, almacenamiento de baterías residenciales y carga amortiguada del vehículos eléctricos, reforzando y diversificando aún más la cadena de valor europea de las baterías.
Desde una perspectiva ambiental, el estudio concluye que si el 13% de los desplazamientos de corta distancia (menos de 8 km) realizados en turismos y furgonetas se sustituyeran por VEL, se ahorrarían hasta 30 Mt de CO2e, lo que supondría un avance significativo hacia las metas climáticas de Europa y una movilidad más sostenible.
Integración de los Vehículos Eléctricos Ligeros en la Estrategia Industrial Europea
Finalmente, el estudio insta a Europa a integrar los VEL en su estrategia industrial más amplia, apoyando el crecimiento de toda su cadena de valor, incluida la batería. Esto garantizará un enfoque más global de la transición de la UE hacia la movilidad sostenible.
Asimismo, se recomienda impulsar la innovación relacionada con las tecnologías de baterías y la circularidad, ya que la investigación y la financiación dedicadas son cruciales para cumplir los requisitos específicos del VEL y superar las barreras de adopción. La mejora de la seguridad, la reducción de costes y la mejora del rendimiento de las baterías, junto con el apoyo normativo a la reparación, la reutilización y el reciclado, garantizarán el crecimiento continuado del sector de las baterías de litio.
En conclusión, el estudio demuestra que los vehículos eléctricos ligeros desempeñarán un papel fundamental en la transición de la Unión Europea hacia una movilidad más sostenible, aportando beneficios industriales y ambientales significativos, y siendo un elemento clave que debe integrarse en la estrategia industrial europea.