jueves, 22 mayo 2025

El vino gana terreno en España: su consumo aumentó un 1,4% y logra su mejor registro desde 2022

El sector vinícola español está experimentando una ligera recuperación en el consumo de vino, según revela el último informe trimestral elaborado por el Observatorio Español del Mercado del Vino y compartido por la Interprofesional del Vino de España (OIVE). Los datos muestran un incremento del 1,4% en el consumo aparente de vino en España, alcanzando los 9,83 millones de hectolitros en el interanual a mayo de 2024. Este aumento representa el mejor dato desde octubre de 2022, cuando se superó la barrera de los 10 millones de hectolitros.

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A pesar de esta tendencia positiva, es importante señalar que el consumo de vino en España aún se encuentra por debajo de los niveles prepandemia. En febrero de 2020, se alcanzó un máximo histórico de 11,09 millones de hectolitros, una cifra que parece lejana en el contexto actual. Sin embargo, la recuperación gradual desde el punto más bajo de la crisis del Covid-19, cuando el consumo cayó a 8,8 millones de hectolitros en febrero de 2021, demuestra la resiliencia del sector y su capacidad para adaptarse a las cambiantes circunstancias del mercado.

Evolución del consumo de vino en el canal de alimentación

El canal de alimentación, principal vía de venta de vino en España, está mostrando signos alentadores de crecimiento. Según los datos proporcionados por Nielsen IQ, el consumo de vino en este sector ha experimentado un aumento del 4% en valor, alcanzando los 1.763 millones de euros en mayo de 2024 en comparación con el mes anterior. Además, se registró un incremento del 0,1% en volumen, lo que indica una tendencia positiva en la demanda de vino por parte de los consumidores españoles.

Este crecimiento en el canal de alimentación es particularmente significativo, ya que refleja un cambio en los hábitos de consumo de los españoles. La pandemia ha influido en la forma en que las personas compran y consumen vino, con un mayor énfasis en el consumo doméstico. Los consumidores están optando cada vez más por disfrutar del vino en casa, lo que ha impulsado las ventas en supermercados y tiendas especializadas.

La diversificación de la oferta de vinos en el canal de alimentación también ha contribuido a este crecimiento. Los minoristas están ampliando sus selecciones para incluir una gama más amplia de vinos, desde opciones económicas hasta etiquetas premium, lo que atrae a un público más diverso y fomenta la experimentación entre los consumidores. Esta estrategia ha demostrado ser efectiva para estimular el interés y aumentar las ventas en el sector.

Desafíos en el sector de la hostelería

Mientras que el canal de alimentación muestra signos positivos, el sector de la hostelería enfrenta desafíos significativos en cuanto al consumo de vino. Los datos revelan una caída del 3,1% en volumen, con un descenso hasta los 2,09 millones de hectolitros. En términos de valor, la disminución es del 1,6%, situándose en 1.321 millones de euros, lo que supone una pérdida de 22 millones de euros para el sector.

Esta contracción en el consumo de vino en la hostelería puede atribuirse a varios factores. La inflación y el aumento del coste de vida han llevado a muchos consumidores a reducir sus gastos en ocio y restauración. Además, los cambios en los hábitos sociales post-pandemia, con una mayor preferencia por reuniones en espacios privados, han impactado negativamente en el consumo de vino en bares y restaurantes.

El sector de la hostelería se enfrenta al reto de reinventarse para atraer a los consumidores y fomentar el consumo de vino. Algunas estrategias que están adoptando los establecimientos incluyen la organización de eventos de cata, la creación de menús maridaje y la oferta de vinos por copa de mayor calidad. Estas iniciativas buscan proporcionar experiencias únicas que no puedan replicarse fácilmente en el hogar, incentivando así el consumo de vino fuera de casa.

Perspectivas y desafíos para el sector vinícola español

El sector vinícola español se encuentra en un punto de inflexión, con oportunidades y desafíos por delante. La recuperación gradual del consumo total de vino es una señal positiva, pero el sector debe adaptarse a las nuevas realidades del mercado para mantener este impulso. La innovación en productos y presentaciones será crucial para captar la atención de los consumidores, especialmente de las generaciones más jóvenes.

El auge del enoturismo representa una oportunidad significativa para el sector. Las bodegas están diversificando sus ofertas para incluir experiencias completas que van más allá de la simple degustación de vinos. Visitas guiadas, talleres de elaboración de vino y eventos culturales en las bodegas están ganando popularidad, contribuyendo a aumentar el interés por el vino y su consumo.

La sostenibilidad es otro factor que está cobrando cada vez más importancia en la industria vinícola. Los consumidores están mostrando un creciente interés por los vinos producidos de manera ecológica y con prácticas sostenibles. Las bodegas que adopten estas prácticas y las comuniquen eficazmente podrán diferenciarse en un mercado cada vez más competitivo y atraer a un segmento de consumidores conscientes del medio ambiente.

En conclusión, aunque el sector vinícola español muestra signos de recuperación, aún enfrenta desafíos significativos. La adaptación a los cambiantes hábitos de consumo, la innovación en productos y experiencias, y el compromiso con la sostenibilidad serán claves para asegurar el crecimiento continuo del sector. El éxito futuro dependerá de la capacidad de la industria para equilibrar la tradición con la modernidad, satisfaciendo las demandas de un mercado en constante evolución.


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