viernes, 27 junio 2025

Crisis energética en ciernes: La desaceleración china impacta la demanda global de crudo

El ritmo de crecimiento de la demanda mundial de petróleo experimentó una notable desaceleración durante el segundo trimestre de 2024. Este fenómeno, según el último boletín mensual de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), se debe en parte a la pérdida de impulso en la economía china, un gigante que juega un papel crucial en el consumo global de crudo. La AIE, con sede en París, estima que el consumo mundial solo aumentó en 710.000 barriles por día durante este período, lo que representa el incremento más bajo desde el último trimestre de 2022.

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Este debilitamiento de la demanda tiene implicaciones significativas para el mercado energético global. La AIE atribuye esta situación a una serie de factores interrelacionados, incluyendo la ralentización económica en China, que ha visto disminuir su apetito por el petróleo tras un período de recuperación post-pandemia. Además, la eficiencia energética y la creciente adopción de vehículos eléctricos están jugando un papel cada vez más importante en la moderación del crecimiento de la demanda de petróleo a largo plazo.

Las proyecciones de la AIE sugieren que el aumento del consumo de petróleo se mantendrá por debajo del millón de barriles diarios tanto en 2024 como en 2025. Esta previsión se fundamenta en un contexto de bajo crecimiento económico global, donde la eficiencia energética y la electrificación del transporte actuarán como contrapesos a un mayor consumo de combustibles fósiles.

Aumento de la Producción y Volatilidad en los Precios del Petróleo

En contraste con la moderación en la demanda, el suministro mundial de crudo experimentó un aumento en junio, alcanzando los 102,9 millones de barriles diarios. Este incremento, según la AIE, se debió a una combinación de factores, incluyendo la reducción de las actividades de mantenimiento en los campos petrolíferos y el aumento en el uso de biocombustibles. Estos factores compensaron la importante caída en la producción de Arabia Saudita, un actor clave en el mercado petrolero.

A pesar del aumento en la producción, los precios del petróleo experimentaron una notable volatilidad. Después de tocar mínimos de seis meses, los futuros del crudo Brent repuntaron, impulsados por una serie de factores geopolíticos y del mercado. La reducción de las reservas de crudo, la cobertura de posiciones cortas por parte de los inversores y las tensiones en Oriente Medio contribuyeron a este repunte, llevando el precio del barril Brent a 86 dólares.

La AIE prevé que la producción de petróleo continúe aumentando en el tercer trimestre de 2024, con una adición neta estimada de 770.000 barriles diarios. De esta cantidad, se espera que los países fuera de la OPEP+ contribuyan con 600.000 barriles diarios. Para el conjunto del año, la AIE proyecta un aumento de la producción de 770.000 barriles diarios, con una previsión de 1,8 millones de barriles diarios para 2025.

El Futuro Incierto del Mercado Energético

La combinación de una demanda debilitada y un aumento en la producción plantea interrogantes sobre la dirección futura del mercado energético global. Si bien la AIE destaca el impacto de la ralentización económica en la demanda de petróleo, también reconoce la importancia de factores estructurales a largo plazo, como la transición energética hacia fuentes más limpias y sostenibles.

El aumento de la producción, por otro lado, subraya la capacidad de respuesta de la industria petrolera a las fluctuaciones del mercado. Sin embargo, persisten las incertidumbres geopolíticas y económicas, lo que podría afectar tanto la oferta como la demanda en el futuro previsible. El mercado energético global se encuentra en una encrucijada, y su trayectoria futura dependerá de una compleja interacción de factores económicos, geopolíticos y tecnológicos.


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