Menorca, elegida mejor destino de playa de España en 2024, atrapa a quienes la visitan con su belleza incomparable. Las playas de Menorca, con su arena fina y pura, son adictivas como en el Caribe o las islas griegas. El sol suave y el viento que esculpe calas entre acantilados y dunas añaden a esta joya balear su encanto único y natural.
El mediterráneo estalla aquí en mil azules, las playas de Menorca que aparecen y se esfuman a cada ola que muere en la orilla. La policromía se ceba en estos arenales. Azul claro, celeste, oscuro, índigo, capri, marino o maya, para el mar que baña Menorca; Verde oscuro, lima, esmeralda, brillante, claro u oliva, para los bosques que coronan las calas; Blanco roto, champagne, pálido, beige o marfil para la arena que viste las calas. Y en medio de esta tríada, cientos de colores convertidos en peces, corales, rocas, barcos, flores y puestas de sol.
1Las 5 mejores playas de Menorca
1. CALA ESCORXADA: En este paraíso playero con forma de media circunferencia exacta y flanqueado por cantiles de altura media, se puede llegar caminando o en kayak para los más aventureros. También existe la opción de embarcarse en un barco de excursión. Sea la elección épica o la más sencilla, la recompensa merece la pena: una cala de arena fina y blanca, resguardada por un pinar y completamente aislada de núcleos urbanos. Es un remanso de paz en el sur de la isla de Menorca, ubicado dentro del Área Natural de Especial Interés Me-13, ofreciendo tranquilidad y belleza natural.
2. CALA PILAR: Cala Pilar destaca como una de las calas más vírgenes de la costa norte de Menorca. Su entorno natural incomparable hace que el paseo a pie para llegar hasta allí sea una experiencia gratificante. Es una de las playas de Menorca donde la arena dorada contrasta con la tierra arcillosa circundante, mientras que el verdor de la naturaleza y las dunas salvajes añaden a su atractivo. Con 240 metros de largo y 30 de ancho, los visitantes disfrutan de un espacio amplio y tranquilo, casi exclusivo para ellos, ideal para aquellos que buscan paz y belleza natural en esta joya de Menorca.
3. CALA MACARELLA Y MACARELLETA: De antiguo territorio hippie a destino playero imprescindible en las Islas Baleares. En los años setenta, muchos eligieron Macarella para establecer comunas entre las cuevas de los acantilados, aprovechando su aislamiento y belleza natural. Hoy en día, aunque la caminata para llegar puede desanimar a algunos, Es una de las playas de Menorca que atrae a multitudes deseosas de disfrutar de su paraíso turquesa rodeado de pinos y encinas. Además, Macarelleta, su hermana menor, ofrece una experiencia playera adicional, con la particularidad de conservar parte de su sistema dunar en un delicado equilibrio ambiental.
4. PLAYA DE CAVALLERIA: Al descender las escaleras, se revela una franja de arena rojiza y gruesa que asciende hacia las dunas situadas unos metros detrás de la orilla del mar, adornadas con el verde esponjoso de los socarrells. El paisaje arcilloso popularizó los baños de arcilla, hoy prohibidos para prevenir la erosión costera. Aún así, es una de las playas de Menorca mantiene su aspecto marciano, un lugar único para disfrutar. Es preferible visitarla en días tranquilos, evitando la incómoda Tramuntana que a menudo sopla con fuerza en la zona.
5. PLAYA DE SON BOU: Casi tres kilómetros de arena dorada para disfrutar de una jornada playera sin apretones. Se alcanza la arena atravesando un humedal conocido como Prat de Son Bou que deja atrás la urbanización que dota de servicios este largo arenal de ambiente familiar. Se trata de un área donde se encuentra el mayor sistema dunar y la segunda zona húmeda en importancia tras s’Albufera des Grau de Menorca. Como su acceso está en uno de los extremos, mientras más se aleja uno de él, más tranquilidad encontrará. Es una de las playas de Menorca perfecta para los bañistas más inquietos y aventureros.
