A menos de una hora en coche de Huesca, Pozán de Vero es un pequeño pueblo rodeado de huertos con olivos, tomateras y viñedos. En el Parque Cultural del Río Vero, es perfecto para senderismo y contemplar paisajes. Destaca la piscina natural conocida como el Salto de Pozán de Vero, ideal para relajarse y disfrutar de la naturaleza.
1¿CÓMO LLEGAR A LA PISCINA NATURAL?
Partiendo desde Huesca, la forma más rápida de llegar al Salto de Pozán de Vero es tomando la carretera N-240 en dirección a Lleida. Al llegar a Barbastro, se debe tomar un desvío a la izquierda hacia el Parque de la Sierra de Guara. Después de pasar Castillazuelo, hay dos opciones: estacionar el coche en el primer ensanche disponible y caminar hasta la poza, o continuar hasta el pueblo de Pozán de Vero y comenzar la ruta desde allí, explorando los pintorescos paisajes y disfrutando de la tranquilidad del entorno natural del Parque Cultural del Río Vero.
Desde Pozán de Vero, el camino hacia el Salto de Pozán de Vero es fácil y bien señalizado. La ruta de ida y vuelta abarca 6,5 kilómetros y atraviesa huertos, azudes, el puente medieval de Pozán de Vero y la Acequia y Acueducto de San Marcos. El regreso sigue el mismo sendero, ofreciendo vistas encantadoras de la localidad a lo largo del camino de vuelta para la piscina natural.
La piscina natural de Salto de Pozán de Vero sorprende por su cascada, especialmente notable durante los meses de mayor caudal del río Vero. Esta cascada se formó tras la construcción de un antiguo muro de piedra, diseñado hace siglos para desviar el agua del río a través de la Acequia de San Marcos. Este sistema de riego abastecía las huertas de Castillazuelo y Barbastro, además de proporcionar agua a los molinos ubicados aguas abajo en el curso del río.
A sus pies está la gran poza de aguas aturquesadas en la que vecinos y visitantes se bañan cuando llega el calor, convirtiendo el espacio en un pequeño oasis entre los campos en el que refrescarse, tomar el sol en las lisas piedras que rodean la piscina, leer a la sombra de los árboles que crecen a su alrededor o, simplemente, disfrutar de la calma de este enclave en plena naturaleza.
En uno de los lados de la piscina natural del Salto de Pozán de Vero, hay una roca que se puede escalar sin mucha dificultad, llevando al Mirador del Salto. Es el punto perfecto para concluir la excursión, contemplando la cascada y la belleza serena de la piscina desde las alturas. Desde este mirador, se puede disfrutar de vistas panorámicas del maravilloso entorno natural que rodea esta joya escondida en el Parque Cultural del Río Vero, ofreciendo una perspectiva única y memorable después de un día de exploración y refrescante baño en aguas cristalinas.
