La adopción generalizada de la Inteligencia Artificial (IA) está posicionada para influir de manera significativa en el sistema financiero, los mercados de trabajo, la productividad y el crecimiento económico. Esta tecnología emergente plantea tanto oportunidades como riesgos que los bancos centrales deben abordar de manera urgente.
En un informe reciente, el Banco de Pagos Internacionales (BPI) ha resaltado la necesidad apremiante de que estas instituciones eleven su nivel de comprensión y capacidades en torno a los efectos de la IA.
La IA y su Impacto en la Dinámica de Inflación
Una adopción generalizada de la IA podría tener implicaciones sobre las dinámicas de inflación. Según el BPI, la IA puede aumentar la capacidad de las empresas para ajustar los precios más rápidamente en respuesta a los cambios macroeconómicos, lo que podría tener repercusiones en la dinámica de la inflación. Los bancos centrales deben estar preparados para anticipar y abordar estos posibles efectos de la IA sobre la actividad económica y la oferta y demanda agregadas.
El Sector Financiero: Oportunidades y Riesgos de la IA
El sector financiero es uno de los más expuestos a los beneficios y riesgos de la Inteligencia Artificial. Por un lado, los bancos centrales pueden aprovechar la capacidad de la IA para estructurar grandes volúmenes de datos no estructurados y mejorar sus herramientas analíticas. Por otro lado, la adopción generalizada de esta tecnología también plantea desafíos que deben ser abordados de manera proactiva.
Fortaleciendo las Capacidades de los Bancos Centrales
El BPI hace un llamado urgente a los bancos centrales para que eleven sus capacidades en torno a la IA. Estos deben mejorar sus habilidades como observadores informados de los efectos de la IA en la economía, así como usuarios efectivos de esta tecnología en sus propias herramientas y procesos.
Además, se destaca la importancia de fomentar la colaboración y el intercambio de experiencias entre bancos centrales, lo que permitirá crear una «comunidad de práctica» y compartir conocimientos, datos, mejores prácticas y herramientas de inteligencia artificial.
En conclusión, la Inteligencia Artificial representa tanto oportunidades como desafíos para el sistema financiero y los bancos centrales. Estos últimos deben actuar con urgencia para fortalecer sus capacidades y estar preparados para aprovechar al máximo los beneficios de esta tecnología emergente, mientras abordan los riesgos asociados de manera proactiva.