Cada vez es más común que los consumidores encuentren materiales extraños en sus alimentos, lo que genera una gran alerta y preocupación. Entre los contaminantes más alarmantes están los microplásticos, que se han detectado en una amplia variedad de productos alimenticios. Esta problemática no se limita solo a los microplásticos, ya que en 2024 se reportaron fragmentos metálicos en varias marcas de galletas y fragmentos de vidrio en una conserva de bonito del norte. Pero, ¿qué debemos hacer si nos encontramos con uno de estos contaminantes en nuestra comida?
6QUÉ PASA SI NOS COMEMOS EL PRODUCTO

Si el lote de nuestro producto coincide con el de la alerta, no debemos consumirlo bajo ninguna circunstancia. Esto es esencial para evitar cualquier riesgo a nuestra salud. Si hemos consumido el producto y presentamos algún síntoma inusual, debemos buscar atención médica de inmediato. Informar al personal de salud sobre el consumo del producto contaminado puede ayudar en el diagnóstico y tratamiento adecuado.
Los síntomas pueden variar dependiendo del tipo de contaminante. En el caso de los fragmentos metálicos o vidrio, pueden incluir dolor abdominal, sangrado, náuseas o vómitos. En el caso de los microplásticos, los efectos pueden ser más sutiles y a largo plazo, pero igualmente importantes de comunicar a un profesional de la salud.
Consumir un producto contaminado puede tener consecuencias graves, por lo que es crucial seguir esta recomendación. Además, es recomendable informar a otros miembros del hogar para evitar que alguien más consuma el producto por error.