La Unión Europea está dando un paso decisivo hacia la transición energética, destinando un total de 2.967 millones de euros a través del Fondo de Modernización para apoyar 39 proyectos que impulsarán la energía limpia en una decena de Estados miembro. Este desembolso, el mayor hasta la fecha desde la creación del Fondo de Modernización, representa un compromiso firme por parte de la UE para alcanzar la neutralidad climática para el año 2050.
El Fondo de Modernización, financiado con ingresos provenientes del comercio de derechos de emisión, ha destinado ya un total de 12.650 millones de euros desde enero de 2021, y este nuevo desembolso es una muestra tangible del compromiso de la UE con la sostenibilidad y el desarrollo de una economía más verde.
Impulsando la transición energética en los Estados miembros
Los 39 proyectos que se beneficiarán de este nuevo desembolso se centran en la generación de energía renovable, el uso y despliegue de fuentes de energía renovables, la modernización de las redes energéticas y la eficiencia energética. Estos proyectos representan una inversión estratégica para la Unión Europea, permitiéndole avanzar hacia un futuro energético más sostenible y resiliente.
Los países que se beneficiarán de este primer desembolso de 2024 son: Bulgaria, Croacia, República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía y Eslovaquia. Cada uno de estos países recibirá fondos para desarrollar proyectos específicos que contribuyan a la transición energética en sus respectivos territorios. Estos proyectos abarcan una amplia gama de iniciativas, desde la construcción de parques eólicos y solares hasta la mejora de la eficiencia energética en edificios y la modernización de las redes de transporte de energía.
Un paso fundamental hacia la neutralidad climática
Este desembolso del Fondo de Modernización representa un paso fundamental en el camino hacia la neutralidad climática de la UE. A través de la inversión en energía limpia, la UE busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, mejorar la eficiencia energética y promover el desarrollo de tecnologías de vanguardia en el sector energético. Estos esfuerzos no solo contribuirán a la lucha contra el cambio climático, sino que también impulsarán la creación de empleo, el crecimiento económico y la innovación en la región.
La Unión Europea demuestra con este nuevo desembolso su compromiso con una transición energética justa, que beneficie a todos los Estados miembro, y que permita crear un futuro energético más sostenible y próspero. Este es un paso crucial en la dirección correcta, que se espera que inspire a otros países a seguir su ejemplo y trabajar juntos para combatir el cambio climático.
