sábado, 17 mayo 2025

China insta a Europa a cancelar impuestos a vehículos eléctricos y adelanta próximas negociaciones al respecto

La Unión Europea (UE) y China se encuentran en una delicada situación comercial en torno a la importación de vehículos eléctricos fabricados en el gigante asiático. Ambos bloques están negociando para intentar reducir las fricciones comerciales y evitar un nuevo frente comercial que recuerde a la guerra desatada entre China y Estados Unidos durante la época del Gobierno de Donald Trump.

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El Gobierno de Xi Jinping ha pedido repetidamente a Bruselas que cancele la aplicación de los aranceles que entrarán en vigor el próximo 4 de julio sobre la importación de vehículos eléctricos chinos. Al mismo tiempo, China ha expresado su voluntad de negociación para encontrar soluciones que satisfagan a ambas partes.

Negociaciones entre China y la Unión Europea

Tras una llamada telefónica entre el comisario de Comercio de la UE, Valdis Dombrovskis, y el ministro de Comercio de China, ambos territorios acordaron dejar las puertas «abiertas» para la discusión. En la misma dirección, el ministro de Economía de Alemania, Robert Habeck, ha subrayado que estos aranceles no deben ser percibidos como una medida punitiva, sino como un intento de «lograr criterios comunes para el acceso al mercado.

Sin embargo, el director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Alemania en China, Maximilian Butek, ha insistido en que no existe la posibilidad de que los aranceles preliminares se supriman antes del 4 de julio a menos que China «haga frente a todas las cuestiones que los europeos hemos denunciado». Esto hace referencia a las subvenciones perjudiciales que, según la Comisión Europea, Pekín debe abordar de manera efectiva.

El Proteccionismo Occidental y la Respuesta China

La Comisión Europea anunció a principios de junio la aplicación de aranceles de hasta el 48% para las importaciones de algunos vehículos eléctricos procedentes de China. Por su parte, las autoridades chinas únicamente han anunciado una investigación similar sobre la carne de cerdo importada de los países comunitarios, aunque han advertido que defenderán a sus empresas si Europa mantiene su posición.

Hasta el momento, Pekín no ha publicitado ninguna represalia sobre el sector del automóvil, pero ha dejado entrever que podrían subir el arancel de importación de automóviles del 15% actual hasta el 25% para los vehículos de gasolina. Estas medidas, según el Instituto Económico Kiel, podrían costarle hasta 4.000 millones de euros en intercambios comerciales a la industria.

Por su parte, Estados Unidos también ha entrado en la disputa, anunciando la aplicación de un arancel del 100% sobre las importaciones de vehículos eléctricos chinos a partir del próximo 1 de julio.


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