La evolución de los costes laborales es un tema de gran relevancia en la economía española y europea. En este artículo, analizaremos en profundidad los últimos datos publicados por Eurostat sobre el incremento de los costes laborales por hora en el primer trimestre de 2024, con especial atención a la situación en España.
En resumen, el análisis de los datos de Eurostat muestra un crecimiento generalizado de los costes laborales en el primer trimestre de 2024, tanto en la zona euro como en el conjunto de la Unión Europea. Sin embargo, la situación de España se caracteriza por un incremento más moderado del componente salarial, lo que puede ser un factor a tener en cuenta en el análisis de la coyuntura económica del país.
¿Cuánto aumentaron los costes?
Durante el primer trimestre de 2024, los costes laborales por hora aumentaron un 5,1% en la zona euro y un 5,5% en la Unión Europea (UE) en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este incremento se aceleró respecto al cuarto trimestre de 2023, cuando el aumento fue del 4,1% y el 3,4%, respectivamente.
Dentro de estos datos, los sueldos y salarios crecieron un 5,3% en la zona euro y un 5,8% en la UE, mientras que el componente no salarial aumentó un 4,5% en la eurozona y un 4,8% en el conjunto de la Unión Europea.
Al analizar el comportamiento de los costes laborales por hora en los diferentes sectores, se observa que en la zona euro el incremento fue del 4,8% en la industria, del 5,2% en la construcción y del 5% en los servicios. En el caso de la UE, los aumentos fueron del 5,5% en la industria, del 5,8% en la construcción y del 5,5% en los servicios.
La Situación Específica de España
En el caso de España, los costes laborales por hora aumentaron en el primer trimestre de 2024 un 4,7% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Dentro de esta cifra, el componente salarial se incrementó un 4,5%, mientras que el factor distinto del salario creció un 5,3%.
Es importante destacar que el aumento del componente salarial en España (+4,5%) fue inferior a la media de la eurozona (5,3%) y de la UE (5,8%), lo que puede tener implicaciones relevantes en términos de competitividad y evolución de la inflación.