La industria automotriz se encuentra en un momento crítico de su historia, enfrentando una transformación profunda hacia la electrificación y la descarbonización de sus vehículos. Esta transición, impulsada por las exigencias de reducción de emisiones establecidas desde Europa, ha requerido un esfuerzo significativo en inversión, desarrollo tecnológico y adaptación comercial por parte de los fabricantes y marcas que conforman la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).
Sin embargo, los socios de Anfac han expresado su preocupación por la falta de apoyo y acción por parte del Gobierno español, lo que ha llevado a su presidente, Wayne Griffiths, a comunicar su dimisión. Esta decisión institucional refleja la urgencia de abordar los desafíos que enfrenta el sector, tanto en términos de incentivos a la compra de vehículos electrificados como en el desarrollo de una red de infraestructura de recarga adecuada.
LA NECESIDAD DE UN MAYOR APOYO GUBERNAMENTAL
Los fabricantes y marcas que conforman Anfac han manifestado su apoyo unánime a la decisión de su presidente, destacando que la «inacción del Gobierno» ha sido la clave de su dimisión. Enfatizan que el sector atraviesa un proceso de transformación industrial y social hacia el vehículo electrificado y descarbonizado, lo cual requiere un importante esfuerzo inversor, de desarrollo tecnológico y comercial para cumplir con las altas exigencias de reducción de emisiones establecidas desde Europa.
Los socios de Anfac señalan que han hecho numerosas propuestas al Gobierno para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones y defender a la industria y a sus trabajadores. Sin embargo, lamentan que la «situación es preocupante«, ya que los planes de ayuda a la compra de vehículos electrificados están llegando a su fin, lo que genera incertidumbre adicional al consumidor.
Específicamente, mencionan el fin del plan Mitma Moves de ayudas a la compra de vehículos industriales y autobuses de bajas y cero emisiones, y el próximo agotamiento de los fondos del plan Moves III para la compra de turismos y vehículos comerciales electrificados. Ante esta situación, Anfac propuso al Gobierno un sistema de ayudas directas a la compra de vehículos electrificados e incentivos a las empresas para cumplir los objetivos de descarbonización, pero hasta el momento no han obtenido respuesta.
DESARROLLO INADECUADO DE LA RED DE INFRAESTRUCTURA DE RECARGA
Además de la falta de apoyo gubernamental a la compra de vehículos electrificados, las marcas y empresas de la asociación señalan que la política de desarrollo de la red de infraestructura de recarga pública «sigue siendo inadecuada para alcanzar los objetivos de cobertura que se exigen al sector por la normativa europea y española».
En este sentido, Anfac había propuesto la puesta en marcha de un centro estatal coordinado que gestione y supervise el proceso de despliegue de la red de recarga, con el objetivo de reducir los trámites burocráticos que ralentizan su desarrollo. Sin embargo, los socios de la asociación indican que, a pesar del compromiso del Gobierno en el Foro Anfac del pasado febrero, «tras cuatro meses no tenemos noticia alguna al respecto».
Esta situación ha derivado en un estancamiento del mercado de turismos electrificados, donde la cuota en el período de enero a mayo de 2024 se sitúa en el 10,5% del total, una cifra inferior a la del mismo periodo del año anterior (10,8%). Además, la desconfianza generada hacia el vehículo electrificado eleva la incertidumbre del consumidor y retrasa su decisión de compra, lo que a su vez lleva a un mercado por debajo de los niveles de 2019, penalizando la renovación del parque y la consiguiente reducción de emisiones.
EL COMPROMISO DE LA INDUSTRIA AUTOMOTRIZ
A pesar de los desafíos que enfrenta, la industria automotriz española, representada por Anfac, ha demostrado su compromiso con la transformación hacia la electrificación y la descarbonización de sus vehículos. Los fabricantes y marcas han realizado importantes inversiones, desarrollado avances tecnológicos y adaptado sus estrategias comerciales para cumplir con las exigencias de reducción de emisiones establecidas desde Europa.
Sin embargo, la falta de apoyo y acción por parte del Gobierno español ha generado una situación preocupante para el sector, que se ha visto reflejada en la dimisión del presidente de Anfac. Los socios de la asociación han manifestado su apoyo unánime a esta decisión institucional, y han reclamado una respuesta urgente del Gobierno para abordar los desafíos de la transición hacia la movilidad sostenible.
La industria automotriz española se encuentra en una encrucijada crucial, donde la electrificación y la descarbonización de sus vehículos son imperativos para cumplir con los objetivos ambientales y mantener su competitividad a nivel mundial. El éxito de esta transformación dependerá en gran medida del compromiso y la colaboración entre el sector y el Gobierno, para garantizar un futuro sostenible para la industria automotriz y sus trabajadores.