miércoles, 7 mayo 2025

Retrasos en pagos: Elevado porcentaje de facturas saldadas tardíamente hasta marzo, con un plazo medio de 84 días

La morosidad en el pago de facturas sigue siendo un problema persistente en España, según los últimos datos revelados por el Observatorio de Morosidad de Cepyme. El periodo medio de pago (PMP) registró su alza más elevada en los últimos cuatro años, lo que evidencia la falta de efectividad de la Ley de Morosidad española.

Publicidad

El 55,7% de las facturas en España se pagaron con retraso en el primer trimestre del año, lo que se tradujo en un aumento del PMP de 0,9 días, hasta situarse en los 84,3 días. Esta tendencia alcista se ha mantenido durante los últimos tres trimestres consecutivos, sin registrar descensos.

Según Cepyme, este alargamiento de los plazos de pago está condicionado por la evolución de la inflación y de los tipos de interés. Además, la brecha territorial entre las comunidades autónomas se ha ampliado, llegando a los 56,1 días entre la autonomía con el PMP más bajo (Castilla y León, 69,3 días) y la que presenta mayor demora en los pagos (Navarra, 125,4 días).

Por tamaños de empresa, el PMP oscila entre los 89,5 días en las microempresas y los 83,2 días en las medianas empresas, con la excepción de las grandes empresas, donde se redujo en 3,3 días.

LA EFECTIVIDAD DE LA LEY DE MOROSIDAD

Estos datos ponen de manifiesto la falta de efectividad de la Ley de Morosidad española, que establece un plazo máximo legal de pago de 60 días. Ante esta situación, Cepyme ha instado a las instituciones europeas a agilizar la aprobación de una nueva normativa comunitaria sobre morosidad, apostando por la vía del reglamento en lugar de la directiva, con el fin de homogeneizar más efectivamente las diferentes normas nacionales.

El 44,3% de las facturas se pagó de forma puntual en el primer trimestre, mientras que el 55,7% restante se hizo con retraso. Dentro de este último grupo, el 46,1% se pagó hasta 30 días después del vencimiento y el 9,7% a más de 30 días de lo convenido.

Pese al aumento del PMP, la proporción de pagos puntuales aumentó hasta el 31,5% del importe total facturado, lo que supone una mejora interanual de 3,6 puntos porcentuales. Esta cifra se mantiene por encima del 31% por segundo trimestre consecutivo, un hecho que no se producía desde 2015.

EL IMPACTO FINANCIERO DE LA MOROSIDAD

El esfuerzo financiero de las pymes vinculado a la deuda comercial ha alcanzado los 2.930 millones de euros anualizados en el primer trimestre de este año, la cifra más alta desde septiembre de 2009 y un 24,5% superior a la registrada un año antes.

Este incremento se debe en un 86% al aumento de los tipos de interés, mientras que el 14% restante se atribuye al mayor volumen de la deuda comercial, que creció un 18% en el último año.

Por tamaños de empresas, las empresas pequeñas sufrieron un esfuerzo financiero mayor que las medianas empresas, con 890 millones de euros (+29%) y 550 millones (+21,8%), respectivamente.

La deuda comercial del conjunto de las pymes se situó en torno a los 175.000 millones de euros en el primer trimestre, de los cuales 68.000 millones corresponden a firmas medianas y 107.000 millones a las pequeñas.

Además, el esfuerzo financiero vinculado a la deuda comercial equivalió al 0,25% de las ventas del periodo, la mayor proporción desde junio de 2014, y al 0,35% del PIB del periodo, el mayor registro desde junio de 2012, lo que supone «un golpe adicional a la estabilidad de las pymes», según Cepyme.


Publicidad