El delicioso mousse de mango más fino: está para chuparse los dedos

El mango es una de las frutas más deliciosas y refrescantes que podemos encontrar. Su sabor dulce y fresco la han convertido en una de las grandes reinas de la primavera y el verano, todo gracias a su versatilidad, pues podemos usarla en un sinfín de recetas.

Zumos, cócteles, batidos, helados, flanes, cremas, bizcochos… Todo vale cuando hablamos de esta fruta tan especial. En esta ocasión presentamos una sabrosa receta de mousse de mango elaborada por la mismísima Eva Arguiñano; todo un lujo para los sentidos.

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¿De dónde procede el mango?

El mango es una fruta muy común y, sin embargo, muchos no sabemos su procedencia. Se trata del fruto del árbol Mangifera, que crece en zonas cálidas del sureste asiático como la India, cerca de la cordillera del Himalaya, Brimania o Sri Lanka.

Lleva cultivándose en estas áreas más de 4.000 años, extendiéndose en sus orígenes a otros países de la mano de monjes budistas, comerciantes persas, portugueses, españoles e ingleses.

Esta fruta está muy conectada con el movimiento budista. De hecho, cuenta la leyenda que el príncipe Siddharta Gautama, es decir, el mismísimo Buda, alcanzó la iluminación bajo un árbol de mangos, por lo que también se conoce al Mangifera como “el árbol de la sabiduría” o “bodhi”.

El mango pertenece a la familia de las anacardiáceas, y puede variar de tamaño y forma dependiendo de la especie a la que pertenezca. Hoy en día se conocen más de 500 especies diferentes de mango, entre las que se destacan más de mil variedades. Sin embargo, el mango amarillo y rojo es el más común.

Esta fruta destaca por su sabor dulce y fresco, incluso un poco ácido, así como por su textura cremosa. Debe consumirse maduro, cuando su piel está verde y la pulpa es algo dura. Es entonces cuando podemos adquirir más nutrientes.

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