El sábado 30 de marzo Gisela se convirtió en madre primeriza de su hijo Indiana, fruto de amor con José Ángel Ortega Mora. Pero la cantante y actriz española no tuvo el mejor de los embarazos, ya que estuvo con piedras en los riñones. Lo cierto es que después de dar a luz a su pequeño volvió a quirófano debido a la cirugía que tenía programada.
A tan solo 72 horas de convertirse en mamá, Gisela tuvo que volver al quirófano, el lugar donde había visto el milagro de la vida al traer a su hijo Indiana al mundo. Pocas horas estuvo con el niño en brazos, puesto que tuvo que volver a ingresar y someterse a la cirugía por las piedras que tenía alojado en uno de sus riñones.
El alta de Gisela tras ingresar al quirófano
«Estoy muy cansada porque fueron dos operaciones en muy poquito tiempo y eso se nota. Dos anestesias, es complicado. Así que necesito estar en casa tranquila, descansando y pues, acoplándonos a la nueva vida», dijo Gisela, quien tuvo unos minutos para hablar con a prensa que la esperaban a la salida de la clínica, donde dio a luz a su hijo Indiana y se sometió a su cirugía programada.
Tan solo pasó una semana desde que Gisela y José Ángel Ortega Mora conocieron a su hijo, por lo que uno ya quiere saber a quién se parece, si a la mamá o al papá. «Es muy chiquitito, todavía no lo sabemos. Se está por definir», expresó la cantante y su esposo, quienes no se les borraba la sonrisa y la felicidad de que por fin iban a casa para iniciar su vida los tres juntos.
El difícil embarazo que vivió de Gisela
“Ha sido un sufrimiento absoluto y ha hecho que el embarazo haya sido dificilísimo para ella”, agregó la periodista, quien volvió hacer hincapié en lo doloroso que fue su embarazo de nueve meses al tener que convivir con esas piedras en los riñones que le hacían tanto malestar en ocasiones. De cirugía salió a las pocas horas, se recuperó bajo el cuidado de los médicos y Gisela, la cantante, tuvo el alta para irse a casa con su familia y a disfrutar de su hijo Indiana.