miércoles, 16 julio 2025

Cómo envenenar a tu hígado sin saberlo: Los peligro del aceite reutilizado

Que el aceite se reutiliza no es ninguna novedad. Sucede en España como en cualquier parte del mundo, y más ahora que el precio del famoso «oro líquido» está por las nubes. No es que reutilizar el líquido sea un problema, lo que sucede es que su abuso puede causar graves problemas en nuestro organismo.

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Se estima que el reciclado recomendado en los restaurantes es de tres veces, siempre que se lo haya filtrado de la forma adecuada; y de hasta veinticinco en los hogares particulares. Esto, si tienes la necesidad de reutilizarlo, sino simplemente es mejor desecharlo y utilizar uno nuevo. Además, la cantidad de veces que pueda reutilizarse el aceite depende en gran medida de su calidad inicial.

¿El aceite reutilizado causa daño cerebral?

Recientemente, un grupo de investigadores de la Universidad Central de Tamil Nadu en Thiruvarur (India), en colaboración con la Universidad de Illinois en Chicago, dieron a conocer un estudio en el que expusieron las consecuencias que puede traer reutilizar el aceite de forma reiterada, sobre todo en los de peor calidad y más baratos, que son los que se encuentran en los hogares más humildes.

El uso de aceite reciclado para freír podría ocasionar daños cerebrales a largo plazo, además de ser perjudicial para la salud del hígado y los intestinos. Este tipo de aceite, sometido a altas temperaturas repetidas y a procesos de reutilización, tiende a degradarse, lo que resulta en la formación de compuestos nocivos como las grasas trans. Estos compuestos no solo disminuyen los beneficios antioxidantes naturales del aceite, sino que también pueden causar daños crónicos en varios órganos del cuerpo.

Un experimento único: ratas que comen aceite

Un experimento único: ratas que comen aceite

Para investigar los efectos a largo plazo del aceite reutilizado para freír, los investigadores llevaron a cabo un estudio utilizando ratas hembras divididas en cinco grupos distintos. Durante un período de 30 días, cada grupo recibió una dieta diferente: uno con comida estándar sin modificaciones, otro con comida estándar complementada con 0.1 ml por día de aceite de sésamo sin calentar, otro con aceite de girasol sin calentar, uno con aceite de sésamo reutilizado, y finalmente, uno con aceite de girasol reutilizado. Querían probar que distintos tipos de aceites, con diferentes temperaturas, impactaban de forma desigual en un ser vivo.

Los resultados del estudio revelaron que las ratas que consumieron aceite de sésamo o girasol reutilizado mostraron un aumento significativo en el estrés oxidativo e inflamación hepática en comparación con los otros grupos. Además, se observaron daños considerables en el colon de estas ratas, lo que resultó en cambios en los niveles de endotoxinas y lipopolisacáridos, compuestos tóxicos liberados por ciertas bacterias.


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