miércoles, 6 noviembre 2024

Cómo afecta la economía digital a los autónomos desde el punto de vista fiscal

Internet se ha convertido en una de las grandes herramientas para pequeños y grandes empresarios hoy en día. Y no solo para aquellos que trabajan en el ámbito de las nuevas tecnologías, incluso el comercio más pequeño puede beneficiarse de la red para vender sus productos y llegar a más clientes.

Sin embargo, esto tiene unas consecuencias a nivel fiscal. Los autónomos tienen que adaptarse a este nuevo medio y aprender a manejarse con la economía digital. Para ello, muchos recurren a una asesoría fiscal para autónomos, que es la mejor herramienta para comprender todos los pormenores de esta herramienta de ventas.

Nuevos escenarios, nuevas realidades

En este sentido, lo primero que hay que entender es que internet es una herramienta muy variada, que puede ser aplicada al trabajo autónomo de muy diversas maneras.

Obviamente, lo más evidente es pensar en el comercio electrónico, pero también son muchos los emprendedores que trabajan como freelance a través de las plataformas online en las que ofrecen sus servicios.

En este punto, hay que entender que ya no se puede operar igual a efectos fiscales que en el ámbito de la economía tradicional: hay que valorar qué impuestos se cobran a personas de otros países, saber cómo se justifica esto en la liquidación del IVA u otras tasas, etc.

A esto se suma lo que se conoce como los ingresos pasivos o la economía GIG, basada en trabajos puntuales bajo demanda, que hay que aprender a fiscalizar de la manera correcta, ya que de otro modo se podría estar dado de alta en la Seguridad Social de una manera incorrecta, con las posibles repercusiones a nivel de sanciones o multas que esto puede significar.

Un entorno complejo

Comprender todo ello no suele ser fácil, especialmente en el caso de los autónomos que asumen solos la apertura a estos nuevos mercados con el objetivo de mejorar la salud económica de sus proyectos.

Los profesionales de la asesoría laboral y fiscal se convierten en el principal aliado de los profesionales por cuenta propia. Especializados en este mundo, sí que cuentan con conocimientos claros sobre cómo operar, por ejemplo, en la aplicación del IVA a las ventas online o el protocolo a la hora de declarar ingresos de fuentes digitales.

Desde estos despachos profesionales recuerdan que los autónomos tienen que ver las ventas de servicios o productos digitales como rendimientos que se han de sumar al resto de su actividad y, por tanto, ser declarados en el cómputo global de los ingresos trimestrales y anuales.

Además de ello, hay que comprender los mínimos marcados por las normativas nacionales y europeas a la hora de considerar si se trata de una actividad recurrente, qué tipo de IVA está asociado a los productos digitales, etc.

Para tenerlo todo en orden, los profesionales autónomos que trabajan en la economía digital siempre recomiendan ponerse en manos de una asesoría profesional que pueda estudiar de manera personalizada el caso y generar un protocolo de trabajo seguro y conforme a la legalidad.

Solo de este modo se podrá levantar la persiana cada día con la tranquilidad de tenerlo todo atado y registrado correctamente, de manera que no habrá sorpresas con inspecciones que puedan derivar en sanciones que pongan en riesgo el éxito del proyecto autónomo.


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