Contar con un plan de ahorro debería ser algo obligatorio para cualquier persona que se encargue de manejar sus finanzas de manera autónoma. Incluir Estrategias para ahorra dinero en el día a día es un buen hábito. Servirá para incrementar el patrimonio, pero también para poder hacer frente a grandes gastos futuros como la compra de una casa, una reparación inesperada del coche o cualquier otro desembolso. Los profesionales del ámbito de las finanzas ofrecen unas claves que pueden ayudar a cualquier persona, sea cual sea su nivel de ingresos mensuales, a mejorar su situación financiera. Y todo ello sin renunciar a una vida de ocio o a un nivel de gastos normal dentro de la actividad cotidiana.
Ahorro inteligente
Ahorrar tiene que ser una acción consciente y estratégica. De nada sirve guardar 300 euros un mes si luego el resto del año no se puede incrementar esa cantidad ni un poco. Hoy en día existen muchas fórmulas para realizar un ahorro inteligente:
- El método 50, 30, 20, donde se dedica un 20 % del sueldo al ahorro, un 30 % a los gastos prescindibles y un 50 % a los imprescindibles.
- La fórmula de los sobres, que consiste en trabajar con dinero en efectivo, dividirlo en los distintos tipos de gastos (facturas, comida, ocio…) y limitarse a usar el dinero asignado para cada cosa durante el mes.
- El Kakeibo, un planteamiento japonés que permite hacer un ahorro consciente al llevar una contabilidad a tiempo real de los ingresos y los gastos para tratar de reducir los que son prescindibles y no aportan placer. Gracias a cualquiera de estos sistemas, se puede generar un hábito de ahorro que permita ir guardando el remanente mes a mes y encontrarse, al final de año, con una buena cantidad de dinero en la cuenta bancaria.
Inversión: dejar crecer al dinero
El segundo paso es no dejar ese dinero quieto en la cuenta corriente. Aquellos que tienen más éxito en las finanzas son los que presentan un Perfil de inversor activo. No hace falta poner en riesgo el dinero para ello: se puede optar por productos bancarios que no presenten grandes amenazas, aunque den un porcentaje de interés más reducido al final. De este modo, se puede ir haciendo frente a la inflación y no dejar que el dinero acumulado se deprecie.
Psicología financiera: actuar con cabeza
Puede parecer que no tiene nada que ver, pero cuidar el control de las emociones es uno de los pilares de las finanzas personales. Es importante ser conscientes de cómo influye la alegría o la tristeza, entre otras muchas situaciones emocionales, en el gasto. Tomar decisiones a la ligera, en cualquiera de estos dos extremos, no es bueno. Por eso, siempre hay que darse un tiempo antes de tomar una decisión de una compra de mucho presupuesto. Esto se puede ir educando poco a poco para resultar cada vez más calculadores a la hora de trabajar con las finanzas personales: ¿De verdad necesito esto? ¿No hay un producto mejor que me ofrezca el mismo servicio?
Ingresos pasivos: ganar sin demasiado esfuerzo
Junto con las inversiones, los Ingresos pasivos son una fórmula para hacer crecer poco a poco el patrimonio económico sin tener que elevar el nivel de ahorro. En este caso, se trata de un dinero que va ingresando las cuentas sin que haya un esfuerzo activo por parte de la persona. Hablamos de los intereses de una cuenta, las ganancias de publicidad de una web, etc. Se recomienda realizar un estudio de opciones para ver cómo se pueden obtener estos ingresos pasivos y, así, mejorar la economía personal sin tener que coger segundos trabajos, cambiar de empleo o cualquier otra circunstancia más arriesgada.
Estos son los principales consejos que ofrecen los especialistas en finanzas para quienes desean gozar de una buena salud económica, sea cual sea su perfil laboral y su nivel de ingresos. Seguir cada uno de estos pasos contribuirá a una mejora económica evidente en el medio plazo.