Libia anuncia la reapertura del yacimiento de El Sharara, explotado por Repsol

La Corporación Nacional del Petróleo (NOC) de Libia anunció el pasado domingo la reanudación de la producción en el campo de El Sharara (o Sharara), uno de los yacimientos petrolíferos más importantes del país norteafricano, que tiene entre los concesionarios de su explotación a la española Repsol. La compañía tiene previsto retomar su actividad exploratoria en esta localización en el próximo mes de abril.

Sharara tuvo que interrumpir su actividad a principios de enero por motivos de fuerza mayor, debido a una serie de protestas y parones laborales. La petrolera estatal libia se limitó a señalar en su página web «el levantamiento de la fuerza mayor y la reanudación total de la producción en el campo de Sharara», sin entrar en más detalles.

Por su parte, el Colectivo de Fezán ha informado sobre un acuerdo alcanzado con el presidente del Consejo de Administración de la NOC, Farhat Bengdara, que ha aceptado las demandas de los huelguistas. Entre las reivindicaciones admitidas se incluyen el traslado de la sede de la compañía desde la ciudad de Akakus a Ubari, contando con la garantía del general libio Jalifa Haftar, alineado con las autoridades asentadas en el este del país y a la sazón el hombre fuerte de la región, según ha publicado el diario libio The Libya Observer.

El yacimiento de El Sharara es explotado por Akakus, una empresa conjunta de la Corporación Nacional Libia de Petróleo (NOC), en asociación con Repsol, TotalEnergies, OMV y Equinor

A principios de este mes, los manifestantes cerraron el campo de Sharara, cuya producción se estima en unos 260.000 barriles diarios, para exigir mejores servicios y suministro suficiente de combustible en la región de Fezán, en el suroeste de Libia, donde la ya de por sí maltrecha situación económica regional se ha visto agravada por la falta de combustible.

La población de Fezán, una provincia libia rica en petróleo, ha sufrido un deterioro de la seguridad, servicios deficientes y escasez de combustible desde 2011, cuando una revuelta armada derrocó al antiguo líder del país, Muamar Gadafi. Desde entonces, los manifestantes han interrumpido repetidamente las operaciones en los yacimientos petrolíferos del sur de Libia.

EL SHARARA, UN YACIMIENTO CLAVE PARA TODOS LOS BANDOS

«Las concentraciones de Fezán cerraron el campo de Sharara – el campo más grande del país – hace 20 días, en protesta contra el deterioro de las condiciones económicas en la región, la falta de combustible y el fracaso del Gobierno en el cumplimiento de sus promesas -publica The Lybia Observer– siendo la más importante de las cuales el establecimiento de una refinería de petróleo en el sur y la transferencia de la sede principal de la empresa Akakus de Trípoli a Ubari».

El yacimiento de El Sharara es explotado por Akakus, una empresa conjunta de la Corporación Nacional Libia de Petróleo, en asociación con Repsol, TotalEnergies, OMV y Equinor.

Repsol, en un comunicado, ha destacado que el yacimiento petrolífero de El Sharara, en Libia, ha reanudado su actividad tras el éxito de las conversaciones mantenidas con comunidades locales. El presidente de la Corporación Nacional Libia de Petróleo (Libyan National Oil Corporation), Farhat Bengdara, dirigió estas conversaciones con el apoyo del Ejercito Nacional Libio, que concluyeron con un acuerdo que ha permitido reanudar la producción.

REPSOL REANUDARÁ LA ACTIVIDAD EN LIBIA EN ABRIL

Repsol ha destacado en un comunicado que tiene previsto reanudar la actividad exploratoria en Libia en abril, con hasta seis pozos de exploración previstos este año en sus licencias NC115 y NC186 en la cuenca de Murzuq, en el suroeste del país.

Las primeras actividades de exploración y producción de Repsol en Libia se remontan a finales de los años sesenta, tal y como ha recordado, añadiendo que el petróleo del país norteafricano es «clave» para la seguridad de suministro europea.

José Sánchez Mendoza
José Sánchez Mendoza
Periodista especializado en economía y mercados energéticos. Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense y máster en Periodismo por El Mundo y la Universidad San Pablo CEU, he trabajado en medios como El Mundo y El Economista, entre otros.