El secreto mejor guardado, Flan de nueces al estilo de la abuela

¿Hay algo más reconfortante que el dulce aroma que inunda la cocina cuando se está horneando un postre tradicional? En mi familia, el flan de nueces a la estilo de la abuela es un tesoro culinario que ha sido transmitido de generación en generación. Cada bocado de este cremoso manjar evoca recuerdos de las tardes en la cocina con mi abuela, compartiendo risas y secretos mientras el horno hacía su magia. Hoy, quiero compartir contigo esta receta que ha sido el corazón de muchas reuniones familiares y celebraciones.

Ingredientes:

  • 1 taza de nueces picadas
  • 2 tazas de leche entera
  • 1 taza de azúcar
  • 4 huevos
  • 1 lata de leche condensada
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla

Pasos:

Preparando las nueces

El primer paso crucial para esta receta es preparar las nueces. Mi abuela siempre decía que el secreto de un buen flan de nueces radica en tostarlas para resaltar su sabor. En una sartén a fuego medio, agrega las nueces picadas y revuélvelas constantemente hasta que desprendan un aroma irresistible. Este proceso solo tomará unos minutos, así que asegúrate de no descuidarlas para evitar que se quemen.

Caramelo dorado

El caramelo dorado que corona nuestro flan es otro elemento clave. En una cacerola a fuego medio, coloca el azúcar y observa cómo se derrite y se transforma en un líquido dorado. Mi abuela siempre decía que la paciencia es la clave aquí; no te apresures y espera hasta que el azúcar se caramelice de manera uniforme. Una vez logrado, vierte el caramelo en el fondo de un molde para flan, distribuyéndolo de manera uniforme.

Elaborando la mezcla

En un tazón grande, bate los huevos hasta que estén bien mezclados. Luego, agrega la leche condensada y continúa batiendo hasta obtener una mezcla suave y homogénea. Ahora es el momento de incorporar la leche entera, seguida de la esencia de vainilla. Este paso es crucial para lograr la textura perfecta del flan: suave y cremoso, con un toque sutil de vainilla que lo hace irresistible.

Fusionando los ingredientes

Integra las nueces tostadas a la mezcla y revuelve con cuidado para que se distribuyan de manera uniforme. Las nueces agregarán ese toque crujiente y sabroso que eleva el flan a otro nivel. Asegúrate de no mezclar demasiado para evitar que las nueces se desintegren en la mezcla.

El baño María

Mi abuela siempre juró por el método del baño María para hornear el flan. Vierte la mezcla en el molde preparado con el caramelo y colócalo en una bandeja para horno. Llena la bandeja con agua caliente hasta que alcance aproximadamente la mitad de la altura del molde para flan. El baño María proporciona una cocción uniforme y lenta, garantizando la textura suave y delicada que todos anhelamos en un buen flan.

Horno

Precalienta el horno a 180 grados Celsius y hornea el flan durante aproximadamente 50-60 minutos. La clave aquí es la paciencia; resistirse a abrir el horno antes de tiempo para evitar que el flan se hunda. Para comprobar si está listo, inserta un palillo en el centro; si sale limpio, ¡tu flan está perfectamente horneado!

Refrigeración y desmoldado

Una vez que el flan de nueces haya pasado su tiempo en el horno, sácalo con cuidado y déjalo enfriar a temperatura ambiente. Luego, refrigéralo durante al menos 4 horas o, preferiblemente, durante toda la noche. Este paso es crucial para que el flan adquiera la consistencia perfecta.

Al día siguiente, con un cuchillo afilado, desliza el borde del cuchillo alrededor del molde para flan. Coloca un plato invertido sobre el molde y voltea con cuidado. El caramelo líquido se deslizará sobre el flan, creando una capa brillante y deliciosa que hará que todos se pregunten cuál es tu secreto.

Y ahí lo tienes, el flan de nueces a la estilo de la abuela, un regalo culinario que vale la pena compartir con tus seres queridos. Cada bocado te transportará a esos momentos de nostalgia y felicidad compartidos alrededor de la mesa. Sirve porciones generosas, y prepárate para recibir elogios y pedidos de la receta.

Esta receta ha sido un tesoro en mi familia, y ahora, con gusto, la comparto contigo. ¿Qué mejor manera de crear recuerdos duraderos que a través de la comida? ¡Así que adelante, ponte el delantal y sumérgete en la magia del flan de nueces a la estilo de la abuela! ¡Buen provecho!