La refrigeración se erige en la actualidad como un elemento fundamental para múltiples ámbitos de nuestro contexto más cotidiano y trivial. Conservación de elementos y manufacturas, regulación de temperatura de motores, preservación de alimentos, procesos de transformación de plásticos, procesado del petróleo y derivados, etc. Su importancia en la actualidad es realmente crucial y de unas dimensiones difícilmente palpables a ojo de buen cubero. Por todo ello, los sistemas de refrigeración resultan imprescindibles para los sectores que requieren del frío como elemento tractor de su actividad. Y ello resulta especialmente importante en ámbitos profesionales en los que es necesario el control, casi quirúrgico, de la temperatura de una estancia. Sector pesquero, lácteo o cárnico, ultracongelados, fabricación de hielo, etc. Pocos sectores se resisten a una demanda de frío creciente en la que, al menos en la actualidad, el foco se encuentra puesto en la eficiencia y el ahorro energético. A continuación, nos vamos a centrar en los diferentes sistemas de refrigeración y en las diferentes soluciones que no ofrecen.
Frío industrial
Hablar de frío industrial es hacerlo de necesidades frigoríficas que van mucho más allá del ámbito meramente doméstico. Es decir, su función pasa por enfriar grandes recintos o espacios y maquinaria frigorífica de carácter industrial. Usando sistemas de compresión mucho más avanzados y complejos. Y para ello utilizan compresores como el de tornillo y fluidos que van desde el amoniaco o el glicol (fluido primario) hasta el CO2 (fluido secundario). Características, todas ellas, dimensionadas para servir como ventaja competitiva en instalaciones de grandes dimensiones. Algo inviable con sistemas domésticos o de menor envergadura.
Cámaras frigoríficas y de enfriamiento de líquidos o sólidos, secaderos, industria del hielo, sector cárnico, pesquero, fabricación de plásticos, procesado de combustibles como el petróleo y prácticamente todos los espacios logísticos de alimentación. Sin olvidarnos de industrias como la farmacéutica, la química o la de fabricación de vehículos. Los usos de dicha tecnología son tan variados como necesarios para el sostenimiento de nuestra industria. Y sí, solo hemos mencionado un 0,1% de sus múltiples aplicaciones prácticas.
Frío comercial (Food Retail)
El frío comercial en A Coruña hace referencia directa a la instalación, y posterior gestión y mantenimiento, de sistemas refrigerantes destinado al sector comercial. Es decir, a comercios de venta al público general. Y ello implica desde pequeñas cámaras hasta vitrinas frigoríficas. Aparatos que pueden ser abiertos o cerrados, con puertas simples o de corredera y que abarcan temperaturas que van desde los +10 hasta los -20. Todo ello en función de si se trata de conservar alimentos frescos o congelados. Los sistemas utilizados son realmente variados y van desde la expansión directa hasta otro tipos de sistema indirectos con refrigerantes que oscilan entre el amoniaco, el glicol o el CO2. En términos de compresión suelen utilizarse uno o varios aparatos herméticos, dependiendo del tamaño del circuito.
Carnicerías, panaderías y pastelerías, pescaderías, supermercados, cafeterías, restaurantes, etc. Si con el frío industrial hablábamos de un gran impacto en nuestro sistema económico y productivo, con el frío comercial no nos quedamos atrás. Prácticamente todos los negocios de venta de productos o prestación de servicios al público general implica, de una forma u otra, la necesidad de algún tipo de sistema de refrigeración. Siendo, por otro lado, sistemas mucho más económicos y con unas necesidades energéticas muy inferiores a los de carácter industrial. Algo, por otro lado, lógico si tenemos en cuenta el tipo, y las dimensiones, de las actividades a las que van dirigidos.
Frío Industrial y Comercial en A Coruña: Diferencias y perspectivas de futuro
Las principales diferencias entre las instalaciones de frío industrial y las de frío comercial parten, y se derivan, de su propio uso. Y es, precisamente, dicha diferencia la que arrastra todas y cada una de sus rasgos diferenciadores. Algo que, al final, se traduce en diferentes tamaños y potencias y en los propios refrigerantes a utilizar. En el caso del ámbito industrial también conlleva tras de sí unos sistemas bastante más complejos y elaborados. Cuestión que se traduce en unas necesidades mecánicas, térmicas (alta, media y baja temperatura) y de seguridad muy superiores a las del ámbito particular o comercial.
Y ello es algo que saben muy bien es Frío Galicia. Una compañía, especializada en todo tipo de servicios de frío industrial y comercial, con más de 40 años de experiencia a sus espaldas. No en vano, hablamos de un sector que ha sufrido grandes cambios tanto tecnológicos como normativos durante los últimos años. Cuestión está última que, como os podéis imaginar, nos lleva a la necesidad de buscar profesionales, en continua renovación, punteros en el sector y con los conocimientos y herramientas necesarias para llevar nuestros proyectos a un nuevo nivel. Ventajas competitivas que, sin ningún atisbo de duda, os harán ahorrar dinero y, en definitiva, os ayudarán a mejorar vuestros negocios, empresas y servicios.