El Parlamento Europeo y el Consejo han acordado en la madrugada de este martes nuevas normas para alargar la vida de los productos que se comercializan en la Unión Europea y facilitar su reparación y reciclaje, aunque este pacto debe ser aún refrendado por ambas instituciones para su entrada en vigor.
Los negociadores acordaron que los requisitos del llamado reglamento de diseño ecológico también deberían abordar las prácticas asociadas con la obsolescencia programada, cuando un producto deja de funcionar o pierde rendimiento.
Por iniciativa del Parlamento, los negociadores acordaron que la Comisión Europea deberá priorizar una serie de grupos de productos en su primer plan de trabajo –que se adoptará, a más tardar, nueve meses después de la entrada en vigor de la nueva legislación– y que incluyen el hierro, el acero, el aluminio, los textiles, muebles, neumáticos, detergentes, pinturas, lubricantes y productos químicos.
El acuerdo incluye también los «pasaportes» de productos digitales, que contienen información precisa y actualizada y permitirán a los consumidores tomar decisiones de compra informadas. Según el texto acordado, la Comisión gestionará un portal web público que permitirá a los consumidores buscar y comparar la información incluida en los pasaportes de los productos.
También se ha introducido la prohibición de destruir prendas de vestir, complementos de vestir y calzado no vendidos dos años después de la entrada en vigor de la ley (seis años para las medianas empresas), mientras que los operadores económicos que destruyan bienes no vendidos deberán informar anualmente las cantidades de productos que descartaron.