miércoles, 11 diciembre 2024

Culebrón OpenAI: ChatGPT y todos los miedos que le quedan por provocar

ChatGPT ha cumplido un año desde que apareció en el mercado y comenzó a cambiar vidas y al conjunto de la sociedad a nivel mundial. La IA generativa se adivina ya tan disruptiva como en su momento lo fue la imprenta o la máquina de vapor. Desde hace un año, hablar con un robot se ha convertido en normal y sustituir a persona por la máquina en cuestiones laborales, también.

Precisamente en los albores de su primer cumpleaños, la empresa que lo creó y comercializó ha sufrido en dos semanas una convulsión empresarial sin precedentes. Se trata de un entidad con dos brazos, uno sin ánimo de lucro, encaminado a cuidado de la seguridad de la humanidad frente a la IA, y otro empresarial. La junta directiva despidió a su CEO, Sam Altman, cuando fue informada de que les había ocultado el desarrollo de una Inteligencia Artificial General capaz de aprender y llegar a tomar decisiones como los humanos.

el presidente de Microsoft, Brad Smith, ha descartado el mismo día del cumpleaños de ChatGPT la probabilidad de desarrollar inteligencia artificial superinteligente en los próximos 12 meses

Se trata del desarrollo del departamento Q* (Q-star), que como Skainet, Matrix, Terminator o Hall9000, a Altman «le había permitido descorrer el velo de la ignorancia y avanzar la frontera del descubrimiento». Es una IA capaz no solo de dar respuestas correctas, como una calculadora. También puede generalizar, aprender y comprender. Su capacidad alcanzaba para determinar cuestiones complejas financieras, en las que cabía determinar que la humanidad era prescindible. ChactGPT va a acabar siendo como su hermanito pequeño.

Open AI-Sam Altman CEO-ChatGPT
El CEO de Open AI, Sam Altman.

Menos mal que el presidente de Microsoft, Brad Smith, ha descartado el mismo día del cumpleaños de ChatGPT la probabilidad de desarrollar inteligencia artificial superinteligente en los próximos 12 meses. El surgimiento de la Inteligencia General Artificial (AGI), donde las computadoras superan la inteligencia humana, no es inminente. Él cree que se necesitarán varios años, posiblemente décadas, para lograr la AGI. A pesar de esto, aboga por priorizar ahora las medidas de seguridad en el desarrollo de la IA, dadas las posibles implicaciones a largo plazo.

EL CULEBRÓN PARA DIRIMIR ENTRE ÉTICA Y DINERO

Tras el despido de Altman el pasado día 17 de noviembre, Microsoft, que ha llegado a invertir en la startup hasta 13.000 millones de dólares y cuenta con el 49% de las acciones, dijo que ellos contrataban a Altman. Más de 700 trabajadores de Open AI anunciaron que se iban también a Microsoft, y muchos clientes a nivel mundial buscaron nuevos proveedores de IA generativa entre la competencia. Hubo algún arrepentimiento en la junta y cuatro días después volvieron a contratar al CEO, y este despidió a los miembros del consejo de Administración.

OpenAI buscaría priorizar la seguridad en el desarrollo de su inteligencia artificial, antes que los rendimientos financieros

No es del todo oficial, pero la nueva junta no va a contar con un representante de Microsoft, ni de ninguno de los otros inversores (Sequoia Capital, Khosla Ventures y Thrive Capital), aunque sí que va a tener su lugar como observador sin derecho a voto en la junta. El nuevo estatus de Microsoft le dará una idea de las deliberaciones de la junta, pero no tendrá derecho a voto, lo que limitará su capacidad para influir en las decisiones.

Los estatutos de la compañía limitan severamente el poder de los inversores en su gobernanza. La explicación formal para negarle un espacio en la junta directiva a Microsoft y los demás inversores de OpenAI sería que la organización buscaría priorizar la seguridad en el desarrollo de su inteligencia artificial, antes que los rendimientos financieros, según ha revelado The Information. Rendimientos que, tal y como se ha visto en el último año, van a continuar siendo asombrosos.

De hecho, OpenAI está considerando un mayor respaldo financiero de Microsoft para lograr sus ambiciones de AGI, ya que busca generar más de mil millones de dólares en ingresos durante los próximos 12 meses mediante la venta de software de IA y capacidad informática.

Brad Smith, presidente de Microsoft habla sobre ChatGPT y OpenAI
El presidente de Microsoft,Brad Smith, habla sobre ChatGPT y OpenAI.

CHAtGPT, SUS DATOS Y SUS MALAS NOTICIAS

ChatGPT alcanzó los 100 millones de usuarios activos en enero, solo dos meses después de su presentación, lo que la convierte en la app de consumo de más rápido crecimiento de la historia. Las estadísticas de ChatGPT indican que tiene 175 mil millones de parámetros y recibe 10 millones de consultas al día. Los inversores han metido más de 21.000 millones de dólares en nuevas empresas de IA generativa en los primeros nueve meses de este año, frente al poco más de 5.000 millones de dólares de inversión del año pasado.

En España y durante el último año, la conversación sobre esta herramienta y en redes sociales como X, YouTube, Reddit, Tumblr y Facebook Public, entre otras ha sido analizada por la plataforma Hostsuite en su informe de Tendencias Social Media para 2024, que indica cómo en un año se ha mencionado la IA generativa solo en España un total de 330.856 veces.

De los 72.940 usuarios los que han mencionado ChatGPT este año, quienes más veces lo han mencionado son los hombres. Un 73% se han revelado como los más interesados en esta aplicación frente al 27% que son mujeres y la palabra clave más mencionada junto con «ChatGPT» ha sido «IA» con 102.091 menciones este año, seguida de «inteligencia artificial» con 74.733 menciones.

Aunque la IA estaba ya en nuestra vidas atendiendo al teléfono, sustituyendo redactores en medios de comunicación y analizar datos para, por ejemplo, conseguir ayudar a encontrar curas para enfermedades horribles, hasta el 30 de noviembre de 2022 no se pudo acceder a una IA gratuita y universal que permitía desde hacer poemas y otros textos enteros en unos minutos, solucionar burocracia, y hacer búsquedas sin abrir una ingente cantidad de pestañas en el navegador, tiene todavía fallos, como datos fakes o que utiliza contenido con derechos de autor.

indican que ChatGPT tiene 175 mil millones de parámetros y recibe 10 millones de consultas al día

También abunda en más riesgos de los que ya teníamos con internet y las redes sociales, como la facilidad para crear fakes news, imágenes falsas, código malicioso y todo tipo de mal. ChatGPT sigue cometiendo errores y es posible que genere respuestas sesgadas o inexactas, no puede acceder a internet ni a enlaces externos.

Según una investigación de BlackBerry, el 51% de los responsables de la toma de decisiones de IT creen que seguramente ocurrirá un ciberataque a través de ChatGPT en el plazo de un año. El 71% de los consultados sugirió que los estados-nación ya están utilizando la tecnología con fines «maliciosos», el 53% aseguró que ayudará a los hackers a crear correos electrónicos de phishing más creíbles y el 49% señaló su capacidad para colaborar con los hackers en mejorar sus habilidades de codificación. El mismo número de personas están convencidas de que se utilizará para difundir información errónea y generar desinformación. También se puede utilizar para crear cepas de malware completamente nuevas y mejorar los ataques ya existentes.

Que va a generar riesgos como el potencial uso perverso en las luchas de poder geopolítico y geoeconómico estaba claro desde que ya en 2017 Vladimir Putin dijo que «quien domine la IA dominará el mundo». También tiene un gran potencial en la difusión de discursos agresivos o de odio que potencien la ya creciente polarización social, en la generación de noticias falsas «para influir en la opinión pública o en procesos electorales», y en la creación de chatbots con objetivos delictivos como obtener información sensible o perpetrar estafas, en la programación de malware, en el phising o en la sustracción de datos.

EVITAR O NO CUALQUIER DISTOPÍA

La popularidad y masiva utilización de la IA acarrea, y acarreará, muchas e importantes consecuencias negativas en las que se ha fijado hasta la ONU. Caber recordar que convocó una reunión a finales del pasado mes de octubre en Reino Unido para acelerar las regulaciones en todo el mundo y crear un consejo para que se pueda gobernar con criterios éticos y siempre respete los derechos humanos. Por el momento hay miles de puestos de trabajo que han desaparecido debido a la IA.

Hay infinidad de empresas que utilizan ChatGPT de manera profesional, como la app de aprendizaje de idiomas Duolingo, la plataforma de mensajes para empresas Slack, Airbnb y hasta la Coca-Cola. Microsoft, obviamente, utiliza su tecnología para su chatbot Bing, que se incorpora a todos los productos software del gigante informático.

El mismo Sam Altman pidió que se regulara cuanto antes la IA y advirtió de un posible «riesgo de extinción»

Enfrente se ha encontrado con la IA que está desarrollando Anthropic, de los hermanos Amodei que fundaron Open AI en su día, que también ha recaudado miles de millones tanto de Amazon como de Google en los últimos meses. En la competición por la IA generativa han entrado Google Cloud, Meta, Cohere, una startup rival de OpenAI e, incluso, la xAI de Elon Musk, que no podía faltar en esta fiesta de la tecnología disruptiva, y más cuando fue uno de los fundadores de OpenAI junto con Sam Altman.

Durante todo el año de existencia de ChatGPT han sido muchos expertos en IA los que han advertido de las posibles distopías que esta tecnología podría llegar a generar. El mismo Sam Altman, sin ir más lejos, hizo una gira mundial la pasada primavera por Estados en instituciones pidiendo que se regulara cuanto antes la IA. LLegó a advertir de un posible «riesgo de extinción» que comparaba con una guerra nuclear o una pandemia. Las advertencias las han hecho personajes como Elon Musk, quien pidió suspender tecnologías «más potentes» que GTP-4, la última versión del producto de OpenAI.

Pero los cifras del éxito de usuarios e ingresos han favorecido que todos los desarrolladores continúen con su trabajo y que cada vez haya IAs más potentes y capaces, mientras las leyes que pueden frenar sus usos para el mal solo se están perfilando y van mucho más despacio que la ciencia.


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