España ha bajado tres puestos en el ‘Ranking de Competitividad Digital’ elaborado por la escuela de negocios IMD (Institute for Management Development) y que analiza el grado de adopción y preparación digital de 64 economías, al pasar del puesto 28 que ocupó en 2022 al 31, al tiempo que Estados Unidos ha recuperado la primera posición.
La caída de España se debe a su peor desempeño en uno de los tres indicadores clave del estudio, en concreto, el de ‘preparación para el futuro’, en el que desciende del puesto 27 al 29.
El director del Centro de Competitividad Mundial del IMD, Arturo Bris, considera que a pesar de que España haya bajado en esta clasificación el país ha evolucionado en aspectos específicos, como la creación de empresas digitales o el pasaporte digital, elementos que esta edición del ‘ranking’ todavía no recoge porque utiliza principalmente datos de 2022, ha explicado.
Sin embargo, reconoce que «todavía no se ha dado la mejoría esperada por la aplicación de los fondos Next Generation europeos», que en su opinión «deberían impulsar la transformación de la cultura digital» en el país.
Además, ha apuntado que «el debate político y social debería enfocarse en reconocer y valorar la productividad de empresas y profesionales, en lugar de apostar por medidas que pueden impactar sobre su competitividad, como la reducción de la jornada laboral», ha abundado.
Los autores de la clasficiación han destacado también que entre los criterios que comprometen el rendimiento de España –y que el análisis considera debilidades, matizan– figuran el uso del ‘big data’ y la analítica (puesto 58 en la lista), la legislación relacionada con la investigación científica (54), la transferencia de conocimiento (44), el porcentaje de exportaciones de alta tecnología (43) y el número de licenciados en ciencias (43).
Por otro lado, España ha mejorado en los demás indicadores clave del ‘ranking’ dado que ha pasado del puesto 33 al 31 en el factor tecnología, y del 27 al 26 en el de conocimiento.
«Según el análisis del IMD, algunos de los criterios que más puntúan a favor de la competitividad digital de España están relacionados con la velocidad de internet de banda ancha (7), los robots en educación e I+D (7), la productividad por publicación de I+D (8), el número de ‘smartphones’ que posee la población (10) y la distribución mundial de robots (10)», ha agregado la entidad.
ECONOMÍAS MEJOR VALORADAS
Las economías mejor valoradas en el ‘ranking’ de este año son Estados Unidos, Países Bajos y Singapur, que según los autores pertenecen a lo que «pueden considerarse ‘naciones digitales'», es decir, países que facilitan la plena adopción de las tecnologías digitales por parte de gobiernos, empresas y particulares.
«Aunque no medimos indicadores específicos de inteligencia artificial (IA), esta tecnología está silenciosamente en el centro de varios de los subfactores que cuantificamos: talento, marcos normativos y tecnológicos, actitudes adaptativas y agilidad empresarial», ha explicado Bris IMD.
En esa línea, la IA y las preocupaciones por la seguridad nacional están en el centro de otra «notable tendencia» observada en el estudio, en concreto, la creciente atención a la ciberseguridad.
«La ciberseguridad se convierte en un claro ejemplo de la necesidad de evaluar las ventajas y desventajas de la IA y de adoptar un enfoque muy deliberado para utilizarla de la mejor manera. Los países no pueden hacerlo de forma aislada, necesitan apoyarse en instituciones regionales o incluso mundiales para ello», ha agregado Bris.
ESTADOS UNIDOS
Estados Unidos recuperó el primer puesto de la lista tras caer al segundo lugar por primera vez desde que se creó el ranking de Competitividad Digital en 2017 debido a unos «resultados sólidos» en los factores conocimiento, tecnología y preparación para el futuro.
«Similar consistencia tienen los Países Bajos, que han subido cuatro puestos y se sitúan en segunda posición, seguidos de cerca por Singapur, que ocupa el primer lugar en el factor tecnología», ha añadido IMD.
En tanto, Dinamarca (que lideró la edición de 2022) cayó al cuarto puesto debido a su peor desempeño en los factores de preparación para el futuro y tecnología, mientras que Suiza, la economía mejor clasificada en el factor conocimiento, mantuvo su posición y completó el ‘top 5’.
Los tres principales factores analizados en el estudio (conocimiento, tecnología y preparación para el futuro) engloban nueve subfactores que comprenden un total de 54 criterios cuantificados mediante una combinación de datos concretos y respuestas a encuestas de altos ejecutivos de cada país analizado.