Casi la mitad de los españoles cree que la inteligencia artificial provocará más paro, según el CIS

Ocho de cada diez cree que el uso de robots y sistemas automatizados crecerá mucho o bastante en las empresas durante la próxima década.

El 45,7% de la población española cree que el uso de robots y sistemas automáticos de trabajo dará lugar en los próximos años a un aumento del paro, según el avance de resultados de la Encuesta sobre Tendencias Sociales publicada este lunes por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

Frente a estos encuestados que ven en la Inteligencia Artificial (IA) un motivo de desempleo, existe otro 16,1% que cree que en realidad lo que sucederá es que se creen más puestos de trabajo. De su lado, un 33,8% de personas encuestadas considera que en el futuro «todo seguirá prácticamente igual» y no influirá en el desempleo. Apenas un 1% cree que al mismo tiempo que se destruirá empleo se crearán nuevos puestos de trabajo.

Eso sí, hasta un 81,4% de la población considera que el uso de robots industriales y sistemas automáticos de trabajo aumentarán «mucho» (40,4%) o «bastante» (41%) en las empresas en los próximos diez años. Tan sólo un 3,6% de los encuestados considera que estos sistemas aumentarán poco y un 1,4% que no aumentarán «nada» o «casi nada».

De hecho, la mayoría de españoles opina que será en estos robots y sistemas automáticos de trabajo donde más se innove en la próxima década, frente a otras áreas como la biotecnología, las fuentes de energía o la microelectrónica, entre otras.

En concreto, un 53,5% de encuestados considera que la inteligencia artificial se va a desarrollar «mucho» en la próxima década, mientras que un 51,1% piensa que será así en la biotecnología y un 37,1% en la nuevas fuentes de energía como la solar o la eólica.

REGULAR LA IA, TAREA PENDIENTE

El impacto de la inteligencia artificial en el mundo laboral no pasado desapercibido para el Gobierno, que puso en marcha la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial, enmarcada en el Plan de Recuperación con una inversión pública de 600 millones de euros.

En reiteradas ocasiones el Ejecutivo ha admitido que su prioridad es propiciar un despliegue «efectivo y prudente» de la misma para afrontar la transformación digital de la economía, pero también para prevenir «problemas sociales».

Eso sí, el Ejecutivo ha explicado que las nuevas tecnologías suelen producir un impacto muy positivo en la productividad de la economía y el empleo, de manera que se incremente la demanda de perfiles especializados en las distintas áreas, junto a la aparición de nuevas actividades profesionales.

El debate sobre la regulación de la inteligencia artificial también ha llegado al Parlamento Europeo, que en junio dio el visto bueno a negociar la primera ley sobre inteligencia artificial del mundo, con intención de que entre en vigor en 2026 como muy tarde.